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Este viernes se ha confirmado el positivo por dopaje del mediocampista de la Juventus, Paul Pogba. El futbolista francés arrojó resultados positivos en el primer análisis de dopaje realizado después del partido contra Udinese el pasado 20 de agosto, y esta noticia se hizo pública el 11 de septiembre, desencadenando una suspensión cautelar mientras se lleva a cabo una investigación por parte de la Fiscalía Antidopaje de Italia (NADO).
Según la versión proporcionada por el propio futbolista, Pogba obtuvo un suplemento dietético a través de un “amigo médico” en Estados Unidos, y la Juventus no tenía conocimiento de esta acción. La agente de Paul, Rafaela Pimenta, declaró para RMC que el mediocampista de 30 años de edad “nunca quiso infringir ninguna norma”.
Posibles sanciones
El resultado del contraanálisis confirmó la presencia de testosterona de origen no endógeno en el organismo de Pogba, una sustancia prohibida por la FIFA. Las consecuencias de un positivo por dopaje pueden ser graves, con sanciones que van desde dos hasta cuatro años de suspensión, dependiendo de si se demuestra que la ingestión fue accidental o no. La sombra de la incertidumbre se cierne sobre el futuro del jugador y su carrera en la Juventus.
Desde su regreso a la Juventus, el jugador ha disputado tan solo 52 minutos en la presente temporada y 160 minutos en la temporada anterior debido a lesiones. Estas cifras resultan sorprendentemente bajas para un futbolista que ostenta un salario de 8 millones de euros al año y que es el mejor pagado de la Vecchia Signora. El campeón del mundo con Francia en 2018 ha visto cómo su carrera ha caído desde su salida de la Juventus rumbo al Manchester United, donde su nivel no fue como se esperaba.