Vlahovic manda a la Juve al liderato

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Vlahovic festeja uno de sus goles. | Reuters

La Juve se divirtió este domingo ante el Lecce, al que bailó al ritmo del serbio Dusan Vlahovic que, desatado esta temporada, devoró con un doblete en menos diez minutos a los locales para colocar a su equipo en lo más alto de la tabla aprovechando que el Inter no juega esta jornada al ser finalista de la Supercopa italiana. La Juve mete presión a su máxima competencia para levantar el Scudetto. El Inter, concentrado en Arabia Saudí con un título en juego, tendrá que recuperar esta jornada a finales de febrero, por lo que no puede fallar hasta entonces para no aumentar la distancia con los turineses, a los que no jugar competiciones europeas les permite llegar más frescos al tramo final de campaña.

Diez minutos le hicieron falta a la mejor versión de Vlahovic desde que viste la camiseta de la Vecchia Signora para deshacer el empate y tornar los rostros de concentración en caras relajadas, en muecas de felicidad al saberse líderes de Italia y un equipo casi invencible. Porque ya no es que la Juve disfrute con Vlahovic arriba, es que es un equipo al que hacerle gol se ha vuelto una tarea prácticamente imposible. Van ya cuatro partidos seguidos con la puerta a cero. Lejos parecen haber quedado ya esos tiempos en los que la Juve jugaba en función a lo que hacía su rival o en los que un gol a favor parecía ser una señal obligada de bajada de brazos

Ahora los juventinos tienen un plan y lo cumplen a la perfección. Son muy solventes atrás con Bremer y Danilo imperiales. Y son muy efectivos arriba. No necesita gozar de muchas ocasiones para hacer gol porque con este Vlahovic es más fácil. Está dulce. Con el partido igualado en el marcador, aunque dominado por los de Turín, emergió el ariete serbio para dar ese último empujón. Siempre bien colocado, no falló a los suyos cuando tuvo las oportunidades. La primera con una volea picada en el minuto 60 al centro lateral de McKennie que entró por la escuadra y destensó el ambiente. La segunda, apenas 9 minutos después, cuando le robó el tanto al propio McKennie tras empujar el remate del estadounidense en línea de gol. Está en modo depredador, no perdona ni una sola oportunidad de sumar. Son ya 11 goles en Serie A, segundo máximo goleador de la liga.

Con el partido decidido, la Juve se dejó ir. Allegri se desgañitó desde la grada dando instrucciones hasta que en el minuto 85, Bremer emergió dentro del área para, con un testarazo impecable, cerrar el duelo. Goleada, liderato y Vlahovic desatado. La Juve asusta cada día un poco más. Hasta febrero, por lo pronto, depende de sí misma para mantenerse en lo más alto.

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