Chelsea defrauda en Suiza, pero alcanza a meterse en fase de grupos de Conference League

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Esta semana, las competiciones internacionales de la UEFA a nivel de clubes definían todos los integrantes de la fase de grupos. Tal como había sucedido con la Champions previamente, ocurrió lo mismo hablando de la Conference League, la tercera competición en orden de importancia. El Chelsea, tras una irregular campaña, alcanzó a sellar su tiquete a las repescas.

Los ‘Blues’, más que obligados a avanzar, habían cumplido con la tarea en el juego de ida ante el modesto Servette de la Superliga Suiza. Un marcador de 2-0 en ese primer acercamiento, con dianas de Cristopher Nkunku y Noni Madueke, dejaba de todos modos el suspenso de la revancha. El marcador no era tan amplio y su rival aún tenía motivos para soñar con el batacazo.

El local probó con la presión alta y la iniciativa de someter a los ingleses. Sin embargo, al pasar los minutos, Chelsea se reordenó en el campo y también apretó, con varias llegadas de gol y la posesión en mayoría a su favor. El cero se rompería tras un penal que decretó el colegiado Marco Di Bello, pues el lateral Keigo Tsunemoto derribó en el área a Mykhailo Mudryk, referente de los ‘Blues’.

El encargado fue Nkunku, mismo anotador de penalti en el Stanford Bridge para el juego de ida. Desde los doce pasos, impactó de pierna derecha y selló un fuerte latigazo al poste de esa misma dirección. No pudo hacer nada el golero Joël Mall, quien estaría al menos tranquilo por la respuesta anímica de su equipo.

En efecto, la escuadra dirigida por Enzo Maresca se vería sorprendida al rato. El delantero Jeremy Guillemenot, referente del Servette, firmaba la igualdad más allá de la media hora de juego. Tras una acción individual de Derek Kutesa, el ariete recibió un pase al vacío y envió el balón rumbo al palo izquierdo del arquero Filip Jörgensen.

De ahí en adelante el Chelsea no supo leer el juego, volviendo a un semblante gris de otros partidos en el último tiempo. Los de Servette firmaban una actuación más que digna, teniendo en cuenta la diferencia económica entre uno y otro. Los cambios venían en ambos equipos y tal vez se veía esa intención de los locales por hacer historia.

Y a los 72′ llegó a luz de Enzo Crivelli, delantero francés del Servette, para descontar más la serie y quedar a solo un gol de los penaltis. Un desborde y centro fantástico de Miroslav Stevanovic, sobre el sector derecho, desató en el tiro soñador de Crivelli y la euforia de todos los simpatizantes de Suiza. El panorama era incierto, y el local acorraló a un Chelsea irreconocible y pasmado.

Todo ese esfuerzo del Servette fue recompensado por los ultras, agradecidos, armando una postal impresionante de pólvora en la tribuna popular. Podría decirse que ambos sonrieron: el Chelsea, a pesar de su pobrísima versión, logró avanzar a la fase de grupos y, por lo menos, el cuadro suizo estuvo muy cerca de cosechar la épica. La mesa está servida para el sorteo de esta Conference League, que se efectuará el viernes 30 de agosto.

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