Caos en la Liga Premier MX: Agreden a directiva, cuerpo técnico y afición del Porto Palmeiras

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El partido de la Liga Premier MX entre Racing FC Porto Palmeiras y Petroleros de Salamanca, que culminó con la victoria del equipo visitante por 0-1 en el Grupo 2, quedó empañado por un lamentable incidente de violencia que obligó la intervención de la Guardia Nacional.

Al término del encuentro celebrado en Guanajuato, aficionados locales protagonizaron agresiones hacia la directiva, familiares de futbolistas y seguidores del Racing FC Porto Palmeiras. La situación escaló a tal punto que miembros de la Guardia Nacional tuvieron que intervenir para repeler la agresión, según lo informado en un comunicado emitido por el Porto Palmeiras.

En el comunicado, se detallan los hechos, indicando que el presidente Luis Manuel Roca, el Director General Brando Garrido, el Director Técnico Jair Real, el Entrenador de Porteros Jorge Chaparro, el Utilero Eddy León y la familia de un jugador fueron acorralados y agredidos físicamente, incluso siendo lanzados desde las tribunas del estadio. La situación se tornó tan peligrosa que tuvieron que refugiarse en la cancha, mientras los aficionados continuaban su ingreso, evidenciando la insuficiencia de los filtros de seguridad del local.

Un partido caliente

Desde el desarrollo del partido, los ánimos ya estaban caldeados, y los constantes reclamos del entrenador visitante, Héctor Jair Real, llevaron a su expulsión. Los reportes indican que la seguridad estuvo ausente durante el cotejo, y una trifulca se desató tras el partido, resultando en agresiones hacia la dirigencia y cuerpo técnico del Racing FC Porto Palmeiras.

El comunicado del equipo visitante resalta la falta de protocolos de seguridad y agradece a la Guardia Nacional por su apoyo en lograr salir del estadio, evitando así una tragedia mayor. La Federación Mexicana de Futbol aún no ha emitido pronunciamiento al respecto, dejando en manos de las autoridades correspondientes la investigación y sanción de los responsables, mientras la violencia amenaza con oscurecer el brillo de la competición deportiva.