El legado de Alex Morgan en el fútbol femenil: Una huella más allá de los títulos

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El anuncio del retiro de Alex Morgan marca el fin de una era en el fútbol femenil. La icónica delantera estadounidense, quien es figura dentro y fuera de la cancha, compartió la noticia a través de un emotivo video en redes sociales, en el que también reveló que está esperando a su segundo hijo. Su último partido profesional será el 8 de septiembre de 2024, cuando San Diego Wave se enfrente a North Carolina Courage. Ahora que su carrera llegó al final, es momento de repasar el legado que deja como una de las figuras más influyentes en la historia del deporte.

Morgan debutó con el USWNT en 2010 y, a partir de entonces, tuvo un impacto inmediato. Su primera gran obra se produjo durante el duelo de playoffs contra Italia, donde su gol permitió a Estados Unidos clasificarse al Mundial de 2011. En esa competencia, la californiana consolidó su lugar en el equipo al formar una temible sociedad con Abby Wambach. Juntas llevaron al equipo hasta la final y quedaron subcampeonas. Sin embargo, fue en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 cuando Morgan realmente se estableció como una jugadora de élite al marcar goles decisivos que ayudaron a su equipo a ganar la medalla de oro. Su tanto en el minuto 123 contra Canadá sigue siendo uno de los momentos inolvidables del fútbol femenil.

Carrera de éxitos dentro y fuera de la cancha

La carrera de Alex Morgan está repleta de numerosos títulos e hitos. Fue campeona del mundo en dos ocasiones (2015 y 2019) y también ganó el trofeo de la Liga de Campeones, la NWSL y varios títulos de la CONCACAF. Además, su lucha incesante por la igualdad salarial y su papel como defensora de los derechos de las mujeres en el deporte marcan huella en las generaciones más jóvenes.

Sin embargo, el 2024 fue un año duro para Morgan debido a una recurrente lesión que afectó su desempeño. Además, fue sorprendentemente excluida de la lista de Paris 2024, pero su legado supera estos últimos meses en la cancha. Morgan no solo será recordada por anotar 123 goles y 53 asistencias en 224 partidos jugados para la selección de Estados Unidos, sino que también se destaca como una impulsora del crecimiento del fútbol femenil.

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