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Este viernes, el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) emitió su determinación sobre el caso que involucra al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, en relación con los sucesos ocurridos durante la final del Mundial Femenil de Australia/Nueva Zelanda 2023. La sentencia confirma la inhabilitación de Rubiales por dos años y medio.
Los incidentes que llevaron a esta sanción incluyen el controvertido beso sin consentimiento a la jugadora Jenni Hermoso durante la ceremonia de entrega de premios, así como comportamientos inadecuados detectados en la grada. Estos eventos desencadenaron una serie de investigaciones tanto a nivel nacional como internacional.
Respaldo a la FIFA
El expresidente de la RFEF presentó su renuncia el 10 de septiembre, anticipándose a las consecuencias que podrían derivarse de las investigaciones en curso. Sin embargo, la FIFA no tardó en tomar medidas y lo inhabilitó por tres años, basándose en acusaciones de coacción y agresión sexual.
La resolución del TAD ratifica la sanción impuesta por la FIFA, respaldando las acusaciones de conducta inapropiada por parte de Rubiales. Cabe destacar que el tribunal ya había iniciado un expediente disciplinario contra el expresidente el 31 de agosto, después de estimar parcialmente la denuncia presentada por el Consejo Superior de Deportes (CSD) por infracciones graves contra el decoro deportivo.
En sus alegaciones finales, Rubiales argumentó que las sanciones propuestas eran desproporcionadas, considerándolas “injustificadas” y “arbitrarias”. Insistió en que, como máximo, la sanción debería haber sido un apercibimiento, una multa o una inhabilitación de tres a seis meses.