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Después de asegurar el campeonato mundial en Australia, y recibir el polémico beso de Luis Rubiales en la entrega de medallas, Jenni Hermoso se encuentra en el epicentro de una ola mediática rodeada de comunicados, videos, y una intensa persecución por parte de la prensa. Este complicado momento, sumado a los asuntos legales pendientes que debe resolver, evitan que la jugadora pueda volver a México para reintegrarse con el Pachuca.
Actualmente, la de 33 años se encuentra en Madrid, rodeada de sus familiares y amigos. Durante los últimos días se ha mantenido alejada de las redes sociales, y del ojo público. Su última aparición fue en el partido entre el Atlético de Madrid y el AC Milán por la final de la Women ‘s Cup.
El siguiente paso
La agencia de representación, MKT Jersey, y el sindicato FUTPRO están trabajando en las posibilidades de presentar cargos de agresión sexual contra Rubiales. Esta acción surge a raíz de la recomendación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que ha iniciado una investigación al respecto desde el lunes pasado. Jenni tiene hasta el 12 de septiembre para tomar una decisión al respecto.
Ni la jugadora ni su entorno han decidido cómo proceder, mientras mantiene la postura expresada en su más reciente comunicado: “Me sentí vulnerable y víctima de una agresión”.
Quiere volver a las canchas
Su principal intención es la de viajar a México tan pronto como sea posible, para retomar la actividad futbolística con las Tuzas. Las dirigidas por Juan Carlos Cacho atraviesan el torneo de Apertura que disputará su novena jornada este fin de semana.
El club ha adoptado un enfoque cauteloso, y no ha realizado ningún anuncio sobre el regreso de la campeona mundial. La futbolista espera que su regreso a México le permita escapar del escrutinio mediático y concentrarse plenamente en su pasión por el fútbol.