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El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, recibió una suspensión de tres años de cualquier actividad relacionada con el fútbol por parte de la FIFA. Durante la final de la Copa del Mundo Femenina en Australia y Nueva Zelanda, el dirigente se tocó los genitales en el palco de honor y besó a la jugadora Jenni Hermoso en la entrega de trofeos.
Ante la decisión tomada por el Comité de Disciplina de la FIFA, Rubiales emitió un comunicado asegurando que apelará la decisión y “llegará hasta la última instancia para que se haga justicia”.
“Puedo asegurar que en todo momento he mantenido una versión de los hechos, que es la verdad de lo sucedido y que es la misma que voy a mantener hasta que termine el procedimiento. Llegaré hasta la última instancia para que se haga justicia y resplandezca la verdad”.
“Entiendo que cualquier ente juzgador debe tener en cuenta todas las pruebas disponibles y no solamente las pruebas que sustentan la versión de la parte que quiere condenarme”.
Rubiales: “No he tenido audiencia completa para defenderme”
Rubiales arremetió contra el procedimiento que ha llevado la FIFA, que no le permitió apelar ni defenderse contra la sanción inicial de 90 días que recibió inicialmente.
“El procedimiento de FIFA se ha caracterizado por emitir decisiones SIN LOS FUNDAMENTOS de las mismas, lo que en términos prácticos me ha impedido presentar apelación de manera inmediata lo que a su vez se traduce en que, a día de hoy, llevo 66 de los 90 días suspendido sin haber tenido siquiera una audiencia completa para defenderme”.
El exdirigente asegura que el proceso no fue justo
De acuerdo al exdirigente, el “linchamiento mediático” es el gran responsable de que la FIFA haya decidido actuar rápido, y sin respetar los procesos, protocolos, ni la presunción de inocencia.
“Es obvio que el linchamiento político y mediático recibido ha generado una ola en la que determinadas instituciones han querido actuar de determinada manera, más allá de preservar la presunción de inocencia o de dar a todas las partes las mismas oportunidades para que el proceso fuese justo y proporcional”.