Las jugadoras de la selección japonesa de fútbol femenil mostraron un emotivo gesto de solidaridad y respeto en su primer encuentro de la Copa Mundial Femenil ante Zambia el pasado sábado. Con gran solemnidad, todas ellas portaron brazaletes negros en sus brazos, rindiendo un sentido homenaje a Fumiko Tottori, madre de la Princesa Takamado de Japón.
La Princesa Takamado, quien ocupa el honorable rol de patrona honoraria de la Asociación de Fútbol de Japón, lamentablemente sufrió la pérdida de su madre Tottori, quien falleció en Tokio a la edad de 96 años el martes anterior al partido. En un acto de respeto y apoyo hacia la princesa y su familia, la FIFA otorgó permiso a la asociación para que las jugadoras portaran los brazaletes negros como tributo a la difunta.
Este emotivo gesto se llevó a cabo días después de que en el encuentro inaugural del torneo entre Nueva Zelanda y Noruega se realizara un minuto de silencio en memoria de dos personas que perdieron la vida en un trágico tiroteo ocurrido en el centro de Auckland.
Bandas contra la discriminación
Es importante mencionar que, antes del inicio del Mundial, la FIFA anunció una iniciativa especial que permitiría a las capitanas de cada equipo portar uno de los ocho diseños de banda que fueron dados a conocer este mes. Estos diseños de brazalete se enfocan en temas fundamentales de anti-discriminación, incluyendo la promoción de la inclusión de personas indígenas, la lucha contra la violencia doméstica y la defensa de la equidad de género.
Con este conmovedor acto de unión y compromiso con causas tan significativas, el equipo japonés ha demostrado que el fútbol no solo es un deporte, sino también una plataforma poderosa para transmitir mensajes importantes y apoyar causas sociales relevantes.