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La victoria de la selección española femenil en el Mundial ha sido un logro histórico y emocionante para el país. Sin embargo, el triunfo futbolístico ha quedado opacado por un incidente desafortunado que ha generado controversia y conversaciones en todo el mundo. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, se vio envuelto en una situación reprobable al dar un beso sin consentimiento a la jugadora Jenni Hermoso durante las celebraciones del campeonato.
El episodio ha abierto una discusión necesaria sobre el respeto, el consentimiento y el trato hacia las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad. Además, las acciones posteriores de Luis Rubiales para intentar remediar la situación también han sido objeto de atención. Según informes de la periodista de Relevo, Natalia Torrente, Rubiales buscó la colaboración de Jenni Hermoso y la capitana Ivana Andrés para aparecer en el video de disculpas publicado por la RFEF, en un intento por calmar la controversia.
Las palabras que Rubiales habría dicho a Jenni Hermoso revelan la presión y la importancia que él mismo siente que están en juego. El presidente se dirigió a la jugadora a la desesperada para tratar de matizar la situación. Al pedirle que participara en el video, expresó: “Mi puesto está en juego, hazlo aunque sea por mis hijas. Necesito que salgas conmigo”.
Torrente reveló más detalles de la postura de Rubiales con respecto al tema: “Rubiales, en el vuelo hacia Madrid, se dio cuenta de la repercusión mediática que estaba teniendo lo ocurrido y de las palabras del Miquel Iceta. Entonces se acercó a la jugadora con la mayor discreción posible para pedirle que por favor le ayudara en esto. Le dijo que estaba su puesto en juego y que si ella se pronunciaba iba a disminuir la importancia que se le estaba dando a esto. Ella pidió al entorno que no entrara. Considera que ella no tiene que dar explicaciones”.
La postura de Jenni Hermoso
Las horas de Luis Rubiales como presidente de la RFEF parecen estar contadas. La jugadora del Pachuca ya se ha posicionado al respecto y se apoyó en un sindicato de jugadoras para emitir un comunicado en donde exige que los actos de Rubiales no queden impunes. El funcionario se encuentra bajo un escarnio mediático mundial que podría acabar más temprano que tarde con su mandato en el fútbol español.