Lina Hurtig se convirtió en la protagonista del partido al convertir su penal y llevar a Suecia a eliminar a Estados Unidos del Mundial Femenil en un emocionante encuentro que se definió por penales con un resultado de 5-4, luego de un empate a cero durante el tiempo reglamentario y la prórroga.
La portera de Estados Unidos, Alyssa Naeher, alegó sin éxito que había detenido el disparo de Hurtig, pero se declaró que el balón había cruzado la línea de gol. La desazón en el equipo estadounidense fue evidente, ya que buscaban conseguir un histórico tercer título consecutivo y fueron eliminadas en octavos de final por primera vez en su historia.
Este enfrentamiento fue el primer partido del torneo que llegó a la prórroga, y marcó la cuarta ocasión en la que un partido de Estados Unidos en un Mundial llegó a esta instancia. En las tres ocasiones anteriores, también habían terminado en penales, incluyendo la final de 2011 contra Japón, que ganó el equipo asiático.
Suecia ya había sido una piedra en el zapato para Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 2016, donde también las eliminaron en cuartos de final.
En cuartos de final, Suecia se enfrentará Japón, el ganador del Mundial de 2011, quien previamente había vencido 3-1 a Noruega.
A pesar de sus cuatro títulos mundiales en total, las estadounidenses tuvieron dificultades en la fase de grupos, anotando solo cuatro goles en tres encuentros y estuvieron cerca de ser eliminadas por Portugal en su último partido, aunque lograron avanzar como segundas de grupo por segunda vez en un Mundial.
Estados Unidos fue superior
En el enfrentamiento contra Suecia, Estados Unidos demostró un mejor juego. Dominó la posesión y registró cinco tiros a puerta en comparación con el único intento de Suecia en el primer tiempo. La arquera sueca, Zecira Musovic, fue clave en el partido, al realizar seis paradas en el tiempo regular y detener un disparo de Lindsey Horan en la segunda mitad.
Por su parte, Suecia llegó a este encuentro con confianza después de ganar sus tres partidos en la fase de grupos, incluido un contundente 5-0 sobre Italia en su último encuentro. El técnico Peter Gerhardsson hizo nueve cambios en la alineación para enfrentar a Estados Unidos y preservar a sus titulares.
La tensión en el partido fue evidente desde el principio, con ambas selecciones buscando el pase a cuartos de final. Estados Unidos jugó sin Rose Lavelle, quien tuvo que quedarse fuera debido a una segunda amarilla que recibió en la fase de grupos contra Portugal.
A pesar de la ausencia de Lavelle, el técnico estadounidense Vlatko Andonovski realizó ajustes en la alineación, al dar la oportunidad a Emily Sonnett de ser titular y permitir que Horan avanzara en el medio campo.
Suecia también tuvo sus momentos de peligro, especialmente en los últimos 10 minutos del tiempo reglamentario, con Sofia Jakobsson cerca de anotar, pero Naeher logró atrapar el balón y evitar el gol.
Rapinoe, el adiós de una leyenda
En cuanto a las veteranas, Caroline Seger y Megan Rapinoe, ambas tuvieron un papel secundario en el partido. Rapinoe ingresó desde el banco en lugar de Alex Morgan en la prórroga, mientras que Seger comenzó el juego en la banca debido a problemas en la pantorrilla que había experimentado durante el año.
Rapinoe, quien anunció que este sería su último Mundial, ha sido una figura importante en el equipo estadounidense, aunque en este torneo tuvo un papel de suplente en algunos partidos.
Por su parte, Suecia, a pesar de su historial en torneos internacionales, nunca ha ganado un gran torneo, llegando como finalistas del Mundial en 2003 y obteniendo el tercer lugar en varias ocasiones. Sin embargo, las suecas siguen siendo un equipo competitivo y buscarán seguir avanzando en el torneo para lograr su ansiado título.