Así forjó Chino Huerta su papel de ídolo con Pumas
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Desde el Apertura 2022 a la fecha hay un futbolista que comenzó a sonar en todos lados, no solo entre los aficionados de la UNAM sino en todo el fútbol mexicano, se trata de César ‘Chino’ Huerta.
El nacido el 03 de diciembre del 2000 debutó en primera división el 10 de noviembre de 2018 con las Chivas Rayadas del Guadalajara, después pasó por el Atlético Zacatepec en un préstamo de un año, iniciado una etapa de préstamos y vueltas al Rebaño. Tuvo una segunda etapa de rojiblanco, luego llegó al Monarcas Morelia en 2020, fue parte del cambio al Mazatlán FC y regresó a finales de ese año a Guadalajara.
Su llegada a Pumas se dio en la era de Andrés Lillini, quien pidió específicamente al jugador mexicano.
Su primer torneo no fue el mejor, jugó en trece partidos; siete como titular. No pudo anotar y solo dio dos asistencias para gol. Previo al Clausura 2023 se lesionó y no pudo estar en el arranque del torneo bajo el mando de Rafael Puente del Río, pero para su regreso, le empezó a mostrar a la gente de lo que era capaz. En la jornada 14, Antonio Mohamed sustituyó a Puente del Río y esto fue fundamental para la evolución de Huerta.
En la campaña siguiente, el Chino fue titular en los 19 partidos que disputó, anotó nueve goles y dio dos asistencias, promedió 1.3 pases clave por partido, pero uno de los puntos con los que comenzó a convertirse en ídolo fue cuando en los cuartos de final ante Chivas marcó y para festejar mostró una playera con la leyenda: “RE HECHO EN CU”.
El 2024, fue el año de consagración. En el Clausura solo anotó dos goles y dio ocho asistencias, pero con la garra que mostraba en cada duelo, el no dar por perdido ningún balón hizo que a gente se sintiera identificado con él. En el Apertura marcó cinco goles y dio cuatro pases de gol, lo que lo llevó a ser el mejor jugador de la Liga MX en todo el año en cuanto a asistencias para gol, toques en el área rival y conducción es al área rival. El segundo mejor en conducción es progresivas y en duelos uno contra uno ganados.
De esta manera, Huerta dejó claro que hizo propia la filosofía auriazul y la gente lo adoptó como uno más de los Pumas de la UNAM.