Chivas y un año de altibajos en todo el 2023 con Hierro y Paunovic

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El 2023 fue un año de altibajos para el Guadalajara. Si bien el Rebaño volvió a emocionar y a hacer vibrar a la nación Chiva, también hubo momentos en que hicieron sufrir a su numerosa ‘grey’ en varios momentos del torneo, y también hubo momentos en los que aplastaron a sus rivales, pero también fueron aplastados. Demasiadas altas y bajas, emociones y sentimientos a flor de piel en un año en el que los rojiblancos volvieron a ser protagonistas.

Chivas volvió a ser un equipo estelar

El balance en frío debe ser positivo. Chivas volvió a ser un equipo estelar, y no solamente un intento de animador, que se había convertido en la era post Matías Almeyda, quien ahora dirige al AEK de Atenas, donde se ganó todo. El Rebaño no solo dejó de pelear por títulos, sino que dejó de clasificar a las Liguillas.

Con Paunovic, el proyecto rojiblanco regresó a lo más alto. Chivas disputó las últimas dos Liguillas, y en el Torneo Clausura el conjunto rojiblanco llegó hasta la Final ante los Tigres, donde se quedó cerca de acariciar el título, pero no contaba con los últimos 20 minutos desastrosos.

Veljko Paunovic, una grata sorpresa

El año dejó grandes números para el técnico. El desconocido serbio Veljko Paunovic, ese hombre sonriente y amable en las buenas, pero que en las malas no duda en mostrar un rostro adusto y que no esconde sus emociones, puso a Chivas en los cuernos de la luna, al lograr 61 puntos en su gestión del 2023. El balance deja buenos números, pero con diferentes momentos en que el proyecto parecía tambalearse.

El manejo del vestidor pasó una alta factura a las Chivas

El manejo del vestidor fue uno de sus puntos más débiles en toda la gestión. Al igual que le ocurrió en proyectos anteriores, perdió el control del vestidor: surgieron fracturas y divisiones con los líderes del equipo que se hicieron evidentes en una Leagues Cup desastrosa para Chivas, y que continuaron con una caída libre en el Apertura 2023, llevando al equipo a salirse de la zona de clasificación, cuando el equipo rojiblanco había iniciado el segundo semestre en el primer lugar general.

Fue necesario amagar con una renuncia. Paunovic estaba listo para irse… y recapacitó. Al menos, la amenaza le ayudó a recuperar fuerza ante los futbolistas, que llevaron al Rebaño a la fase final, pero otra vez todo se descarriló con una indisciplina colectiva: una amenaza que no pudo cumplir –prometió no volver a utilizar en su gestión a los jugadores indisciplinados en su gestión– y después, una eliminación que pasó de casi aplastar a un rival, que los terminó aplastando.

Chivas conoció las dos caras de la moneda… y se quedó con la de siempre. Eliminados y sin regresar a los primeros planos, pero al menos el primer año dio muestras de que en Chivas, se pueden mejorar las cosas para el 2024, año en el que el Guadalajara volverá a la internacionalización en Concacaf, con la Liga de Campeones.