El duelo entre Chivas y Tigres en el Estadio Jalisco estuvo lleno de tensión de principio a fin, luego de que Nahuel Guzmán se enganchara con la afición del Rebaño Sagrado, que realizó el grito homofóbico contra el guardameta argentino en repetidas ocasiones.
Durante el calentamiento previo al compromiso, Guzmán y los aficionados comenzaron su choque; unos con gritos y chiflidos y el otro respondiendo con algunos gestos.
La relación detonó antes de finalizar la primera mitad del encuentro entre las Chivas y Tigres. Al minuto 44, tras un despeje de Nahuel Guzmán, la afición hizo el grito homofóbico, por lo que el silbante decidió frenar el compromiso unos instantes.
Después de detenerse el juego, el árbitro se acercó al guardameta de los felinos para mostrarle la tarjeta amarilla. Y es que el sudamericano comenzó a levantar los brazos como pidiéndole al público que siguiera haciéndolo, lo que el colegiado lo interpretó como una provocación.
Afortunadamente no pasó a mayores dicha situación, pero en el segundo tiempo se siguió escuchando el grito de “puto”, aunque ya no se volvió a detener el encuentro.