La vida consiste en seguir siempre adelante. Y tanto los errores como los aciertos van y vienen como las olas del mar. Quien no se ha equivocado es porque no se ha esforzado lo suficiente. La historia de Jhon Arias tiene un antes y un después tras el título obtenido el pasado sábado en el mítico Maracaná con el Fluminense, venciendo 2-1 al todopoderoso Boca Juniors, en un partido que quedará para la historia para toda la afición brasileña. Pero, así como tocó el cielo, el extremo chocoano también estuvo en el barro, y justamente dicho recuerdo vuelve a salir a flote.
Nadie sabe lo que tiene hasta el día que lo pierde. Y precisamente por estas horas el nombre de Arias está haciendo mucho ruido en México, exactamente en Tijuana, club (Xolos) que tuvo en sus manos este ‘diamante’, pero que por decisión técnica del ‘Piojo’ Herrera terminó siendo relegado a la categoría Sub-20 por allá en la temporada 2016, en donde a pesar de ser muy joven, en dicha institución no vieron un astro a formarse. En medio de esa campaña, Jhon alcanzó a disputar nueve juegos, sin registrar algún gol o asistencia, razón por la que para el año entrante terminó alistando sus maletas y se marchó al FPC.
Siete años después, poco o nada vale llorar sobre la leche derramada. Jhon Arias dejó de ser un mango biche y su presente lo ubica en varios clubes de la Premier League. Además, de sumar en su vitrina una Copa Libertadores, siendo el socio ideal de Germán Ezequiel Cano, el chocoano aportó, en 1.130 minutos en cancha, dos goles y tres asistencias, lo que le permitieron figurar y meterse en el corazón de una afición exigente como es la del Flu. El pasado es pasado. Y a pesar de haber recibido la espalda de la Liga MX, Arias demuestra que el que ha caído es mucho más fuerte que el que no lo ha hecho.