Los Tigres se acercaron en el marcador de la final (2-1), luego de que André-Pierre Gignac cobrara con éxito una pena máxima en el Estadio Akron. Sanción que nació debido a una mano del defensa de las Chivas, Antonio Briseño.
Al minuto 63, tras un servicio al área por parte de los felinos, el Pollo saltó para despejar la pelota, pero no se esperaba que Sebastián Córdova se impusiera en el brinco. Con esto, el jugador de la UANL provocó que el zaguero perdiera de vista el esférico y tocara su mano para decretarse el penalti.
En un principio no se había decretado la sanción, pero después de una rápida revisión en el VAR. César Arturo Ramos marcó la pena máxima a favor de los Tigres. Gignac tomó el esférico y se perfiló frente a la portería del Wacho Jiménez, a quien venció con un potente disparo.
Con este resultado, los Tigres recortaron distancias después de ir abajo en el marcador por dos goles, por lo que aún tienen tiempo para confiar con la remontada.