Billy Álvarez asegura que el Cruz Azul es “un barco sin rumbo”

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Guillermo Álvarez Cuevas, expresidente de la Máquina del Cruz Azul reapareció en entrevista con David Faitelson y habló de la actualidad del conjunto celeste, tanto en el aspecto deportivo como en el aspecto directivo. 

Ex exmandatario del conjunto de La Noria mencionó que debido a su situación no ha estado por completo al tanto de la situación del equipo, sin embargo mencionó que la tabla general es un claro reflejo de ello. Declaró que los malos números es una muestra del “desequilibrio en las líneas” del plantel.

“No he visto los partidos, pero es inevitable ver la tabla de clasificación, y ahí si los números no mienten. Ese desequilibrio de líneas que hay entre defensiva, mediacancha o el apuntalamiento en la delantera… Se puede tener un equipo, sí, perdiendo finales y con la afición ilusionandose tanto, pero nunca siendo tan débil o cayendo por marcadores escandalosos. Teniendo un plantel con un título forjado en cuatro años, ese plantel, en menos de ocho meses solo quedan uno o dos, pero sin ser titulares. Se fueron 13, no se puede dejar ir, lo más importante es la columna vertebral. Sabe uno ver fútbol, no solo es jugar, los equipos se arman de atrás para adelante”.

De igual forma, mencionó que gran parte de culpa de que el equipo se encuentre hundido en una crisis se debe a la mala planeación del organigrama de la institución.

“No es la falta de conocimiento, es la falta de experiencia y la entrega; el sentirse parte de un plantel, de un grupo. No voy a adornar en que cada una de las circunstancias en las que se ganó sea por un directivo. En aspectos del club se debe tener gente capacitada, no solo con el objeto de “echarle ganas”, es conocimiento y respetar a la persona, a los jugadores. Hay que saber de logística. Lamento quienes ocupen un puesto de directivo si su formación ha sido de carácter técnico pero no de planeación y estrategia”.

Además, dejó entrever que el trabajo implementado bajo cimientos inestables permiten que imágenes como la de un Ricardo Ferretti o un Juan Reynoso queden marcadas.

“(Cruz Azul es) Un barco sin rumbo. Lo que más duele es que destrozan la imagen de entrenadores como (Ricardo) Ferretti. El propio (Juan) Reynoso con un plantel moldeable y que había jugadores en la posición correcta. No hay rumbo. Hay que navegar y no saben si se va a pasar por nubarrones. Ya no dan ganas de hablar de eso, se abre la herida”.

Billy Álvarez y la venta de finales: “¿En qué mente puede caber eso? ¿Quién lo cree?”

Durante el ejercicio se le cuestionó a Álvarez sobre las sospechas respecto a que el equipo se “vendía” para dejarse perder finales, algo que ‘Billy’ negó rotundamente.

“Supe que hablaban que se vendían las finales. ¿En qué mente puede caber eso? ¿Quién lo cree? Aquí el problema no es que lo repitan una y otra vez, pero quién difunda eso, que le pregunte a los jugadores que disputaban las finales, vaya que sí dolía bajar al vestidor para levantarles el ánimo”, declaró. 

Mismo cuestionamiento se le hizo, respecto a la caída del Cruz Azul ante Pumas en las semifinales del Apertura 2020 tras hacerse de la ventaja 4-0 en el duelo de ida; “¿Cómo va usted a convencer a 13 jugadores, incluyendo a los que entren de cambio, incluso al técnico? Es una infamia; quisieron acabar con la carrera, (de Robert Dante Siboldi)”.

Por otra parte, sin profundizar en el tema, dio su opinión acerca de Victor Velázquez, actual Presidente del club, a quien asegura que sacó de la cárcel y a quién le perdonó malos manejos en el club durante su gestión.

“Es una persona a la que se le impulsó, se le cuidó hasta que fue incorporado por mi hermano Alfredo (Álvarez) al área comercial. Su desarrollo fue confiando e impulsándolo. Lo calificaba de ser buena persona, pero cambian los intereses”.

Finalmente, dejó entrever su función como directivo del club y el apoyo que trataba de darle al equipo. 

“En todos esos logros, siempre fue una partecita, pero estaba mi alma y mi corazón con el equipo, con el plantel, viéndolos en las concentraciones, en algunos entrenamientos; cuando se bajaba al vestidor, era cuando las cosas no andaban bien”.