Miguel Layún: “El jugador tiene que estar a sabiendas de que si se manda una cagada, pues hay consecuencias”

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En una reciente entrevista con el Escorpión Dorado, el exjugador mexicano Miguel Layún abrió la puerta a una conversación franca sobre los problemas disciplinarios en el fútbol, tanto a nivel de clubes como de selección nacional. Sus declaraciones revelan una perspectiva crítica sobre las reglas y sanciones en el fútbol mexicano, así como las diferencias notables con el contexto europeo.

Igualdad de criterios en los clubes y selección

Layún abordó la falta de consistencia en las sanciones. El ex del América destaca la importancia de establecer criterios uniformes para mantener la coherencia en la disciplina, tanto en los clubes como en la selección nacional.

“Yo creo que el problema de eso es que cuando tú pones unas sanciones muy claras y son abiertas, después si vuelve a pasar, tienes que emitir las mismas sanciones”, declaró.

Viveza del jugador mexicano

En cuanto a la actitud de los jugadores mexicanos, Layún comentó sobre la viveza y astucia de los futbolistas aztecas para explorar los límites de las normativas, planteando desafíos adicionales para el mantenimiento de la disciplina.

“El jugador mexicano en general siempre está buscando la línea límite del reglamento. Buscamos las áreas grises, legales. Lo que no está prohibido está permitido”, señaló.

Tajante en cuanto a las reglas

Layún fue enfático al abogar por reglas claras en el ámbito profesional. Su postura rigurosa sugiere que el jugador debe asumir la responsabilidad de sus acciones y enfrentar las consecuencias de manera directa.

“Yo creo que en el ámbito profesional debería de haber reglas claras. Las incumples, estás fuera”, afirmó.

El manejo interno de las sanciones

En relación con las sanciones, Layún aseveró: “El jugador tiene que estar a sabiendas de que si se manda una cagada, pues hay consecuencias”.

Asimismo, hizo hincapié en que, aunque no se divulgue públicamente, las acciones imprudentes pueden tener repercusiones a largo plazo en la carrera de un jugador, incluso dentro de la selección nacional.

“Quieras externarlo o no, vale madres. Pero por ejemplo, si tú llegas a selección, tienes horas libres, te vas a un lugar público a tomar y a la chingada, o te emborrachas dentro del hotel. Aunque no se sepa públicamente, los siguientes seis meses de convocatoria estás fuera, porque lo sabes adentro. Y ya que lo sepas, yo no tiene que saberlo nadie más”, expresó.

El ruido de la prensa

Layún también abordó el impacto del escrutinio mediático, resaltando la tensión entre la necesidad de privacidad y la intrusión constante de la prensa en la vida de los futbolistas.

“La neta es que genera mucho morbo en el tema de los de la prensa todo lo que es la vida personal del jugador”, dijo.

Sobre el caso de Alexis Vega y el manejo de los clubes

Al referirse al caso específico de Alexis Vega, Layún presentó un escenario hipotético para ilustrar las tácticas poco ortodoxas de algunos clubes. El exjugador destacó la complejidad de las negociaciones y las presiones financieras que pueden influir en las decisiones de los jugadores.

“Te voy a poner un hipotético caso de un club que tiene un jugador con un salario alto. Bueno, ahorita que mencionaste Alexis, lo quieren sacar del club. ¿Por qué? Porque ya no cumple con los requisitos que ellos están buscando y porque la nómina es alta y porque necesitan bajarse el presupuesto o quieren traer a alguien más y necesitan ese presupuesto. Entonces el jugador no acepta porque el jugador tiene un buen salario y pues a lo mejor tiene que sacrificar salario para irse a otro lado. Él dice ni madres wey, yo no me muevo. Entonces el club para presionar y para forzar ocupa tácticas, pues poco ortodoxas, para presionarte a que salgas del club”, explicó.

Diferencias con el fútbol europeo

En contraste con el fútbol europeo, Layún argumentó: “Yo creo que los clubes deberían estar protegidos en ese sentido. Por ejemplo, en Europa no pasan este tipo de cosas porque son muy claras las reglas”. 

Estas observaciones resaltan las diferencias estructurales entre las ligas mexicanas y europeas, subrayando la necesidad de una mayor claridad y consistencia en las normativas del fútbol mexicano.

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