El mexicano Edson Álvarez tuvo un partido en el que pasó de ser uno de los héroes a ser el villano pues su fallo en la tanda de penaltis dejó la mesa servida para que Fabio Silva ejecutara de manera magistral y sellara el título de la Copa de los Países Bajos para el PSV.
Álvarez tómo una distancia considerable para ejecutar su cobro el cual definió por el centro intentando sorprender al arquero del equipo de Eindhoven pero éste aguantó hasta el último momento y no se venció, lo cual le permitió rechazar el esférico.
En este encuentro definitorio se presentaron tres jugadores mexicanos: Álvarez y Jorge Sánchez del Ajax, por su parte, Erick Gutiérrez del PSV ingresó desde la banca en el tiempo suplementario.