La afición volvió a manchar al fútbol. En el duelo entre la selección mexicana y Estados Unidos en la Universidad de Phoenix se volvió a escuchar el grito homofóbico, el cual se presentó después del empate por parte del rival.
El Tri empezó ganando el Clásico de Concacaf en Arizona y minutos más tarde Jesús Ferreira puso cifras definitivas (1-1). Después del empate por parte de los estadounidenses, los seguidores del combinado nacional, que se encontraban detrás de la portería del portero rival, comenzaron a gritarle a los jugadores.
El primero se dio en los minutos finales del encuentro, en un saque de meta por parte de Sean Johnson. Apenas en la siguiente y última jugada del compromiso, en un cobro de falta en el medio campo, se volvió a escuchar el grito de puto.
Todo esto sucede un día después de darse a conocer que en caso de que se siga repitiendo este tipo de comportamiento por parte de la afición, se iba a sancionar a la Federación Mexicana de Fútbol con un veto de hasta por dos años de Estados Unidos, algo que claramente afectaría económicamente al balompié nacional.