El México contra Estados Unidos no sólo tendrá en juego el boleto a la final de la Nations League, también podría desencadenar una crisis interna para el equipo perdedor.
La rivalidad que viven ambos conjuntos está puesta sobre la mesa, por lo que ninguno de los dos quiere resultar perdedor, mucho menos al estar de por medio la supremacía de la zona, pues el ganador irá a la final del torneo para enfrentar al vencedor del Canadá vs Panamá.
Sin embargo, hay más que eso, pues en el caso de la selección mexicana está iniciando el proceso de Diego Cocca en medio de incertidumbre y de una cuestionada decisión por la elección del técnico, por lo que un tropiezo ante el conjunto de las Barras y las Estrellas podría desencadenar, incluso, en la destitución del entrenador.
La presión sobre el tricolor es grande, después de fracasar en el Mundial de Qatar 2022, al no avanzar de la fase de grupos, además de que en el pasado reciente también están presentes las derrotas ante los Estados Unidos.
El tri no pudo con su rival del norte en las eliminatorias mundialistas, con empate en casa y derrota como visitante, además de perder las finales de la edición anterior de la Nations League, así como en la Copa Oro, por lo que México tiene prohibido perder el próximo jueves en Las Vegas, de lo contrario, cualquier cosa podría pasar en el banquillo verde.
En el lado estadounidense, el panorama tampoco luce muy halagador, al no encontrar la estabilidad deseada en el banquillo.
Y es que apenas el pasado 30 de mayo, Anthony Hudson renunció a su cargo como entrenador interino, a dos semanas del importante duelo contra México por las semifinales de la Nations League de la Concacaf.
A Hudson le llegó una oferta de un club y decidió aceptarla, dejando al combinado del Tío Sam sin cabeza, por lo que entró al relevo B.J. Callaghan, también de manera interina.
Pero eso no es todo, pues está ola de cambios viene desde la abrupta salida de Gregg Berhalter, quien tuvo que abandonar el puesto de director técnico por problemas extra cancha, acusado de violencia contra su esposa.
Es así que el México vs Estados Unidos se ha convertido en un partido de alto riesgo para el futuro de los equipos, pues la derrota podría desatar una crisis para el que resulte perdedor.