La selección mexicana de fútbol no tendría consecuencias en caso de continuar aplicando las medidas para intentar erradicar el grito homofóbico en las tribunas.
Si hay grito esta noche en el amistoso ante Estados Unidos y se siguen las medidas, no habrá una sanción. El problema vendrá cuando haya una relajación en las prevenciones.
Si la selección mexicana no trabajara en conjunto con la empresa organizadora para buscar erradicar el grito y la afición mexicana terminara gritando, habría un castigo que podría ir de dos años hasta un veto permanente, todo en partidos de carácter amistoso.
Partido a partido la selección y la organización de los eventos firman un acuerdo, en el que aseguran conocer las políticas y se comprometen a recurrir a los esfuerzos que se necesiten para poder prevenir el grito; sin embargo en la FMF tienen claro que la reacción de los aficionados no la pueden asegurar.
El reporte de Alejandro Orvañanos, reportero de Claro Sports, desde Glendale, Arizona.