La victoria ante Estados Unidos, un bálsamo para la selección mexicana

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La exigencia y la presión hacia la selección mexicana ha aumentado. No es para menos, la gente quiere ver mejores partidos, resultados más sólidos, y no se conforma con lo mínimo. La afición está cansada de ver un rendimiento que no está a la altura, y lo que ocurrió en Puebla es solo un reflejo de la tensión que se ha venido acumulando, sin embargo, la victoria de este martes ante Estados Unidos ha calmado un poco las aguas.

Lo que pasó en Puebla y lo que se ha arrastrado de las últimas giras por Estados Unidos ha encendido las alarmas por las bajas entradas. No se puede olvidar lo que sucedió en Pasadena, en el Rose Bowl. El estadio, casi vacío, es una imagen que no se puede pasar por alto. Para un equipo como el mexicano, acostumbrado a jugar ante multitudes que los apoyan sin reservas, ver esas gradas vacías es una señal clara de que algo no está bien. La afición, tanto en México como en el extranjero, está pidiendo más.

Aunque la victoria de ayer puede sentirse como un alivio, no deja de ser un “bálsamo” momentáneo. Porque sabemos que, al final, lo que se exige es consistencia. No basta con ganar un partido si el equipo no está mostrando un crecimiento real en la cancha. La gente quiere ver un fútbol de mayor nivel, y la paciencia se está agotando.

Lo que viene para la selección no es solo un reto en términos de resultados, sino también en cuanto a cómo se desarrolla el juego. No podemos seguir intentando minimizar las críticas o esconder los problemas debajo de la alfombra. La exigencia está ahí, y va a seguir creciendo. Ahora, es momento de ver si el equipo está a la altura de lo que se espera de ellos.

Vega y los abucheos

Pese a la respuesta de la afición en el Akron, lo que sí dio de qué hablar en contra del Tri fue la recepción de los seguidores de las Chivas a un Alexis Vega que no se fue nada bien del Rebaño, provocando que incluso el sonido local buscara opacar los insultos que venían desde la tribuna del inmueble zapopano.

La actitud del hoy volante de los Diablos Rojos del Toluca no hizo más que encender más a los fanáticos, pues con sonrisas y hasta retándolos, ingresó al campo sobre la recta final del duelo ante Estados Unidos, en donde no pudo pesar.

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