Como todas las mamás mexicanas pueden corroborar, Nintendo y los juegos de video son una y la misma cosa. Esta compañía japonesa marcó época en los juegos de video, definió el rostro de la industria durante su revitalización en los 80 y, actualmente, sigue contando con un amplio repertorio de personajes entrañables y franquicias por las que la gente desborda amor y derrocha millones de yenes al año. Pero antes de ser una de las mayores competidoras en la industria de los videojuegos, Nintendo era algo completamente distinto, aunque siempre con un pie en el arte de entretener a la gente y rendirle un sentido homenaje a la cultura japonesa. ¿Conoces los orígenes de esta empresa? ¿Sabías de, de todos los que se dedican actualmente a los juegos de video, Nintendo es la empresa más antigua?
Como todo en Japón, Nintendo es más antigua de lo que uno cree. De hecho, esta empresa fue fundada en el lejano año de 1889, durante pleno periodo conocido como la restauración Meiji, que diera fin al shogunato y, con éste, a la era de los samuráis. El 27 de septiembre de ese año, un joven artesano llamado Fusajiro Yamuchi fundaría Nintendo Karuta, una empresa dedicada a la fabricación de naipes hanafuda. Los naipes hanafuda son un tipo de cartas tradicionales japonesas, que combinan motivos estéticos alusivos a los meses de año, así como frases que hacen referencia a cada mes. Debido a que Japón cuenta con estaciones del año claramente divididas y éstas forman parte de la cultura en la nación, estos motivos suelen estar presentes en gran parte de sus formas de expresión artística.
Mientras que el nombre Nintendo tiene diferentes significados atribuidos, debido a las interpretaciones en su traducción, entre las que destacan “déjale la suerte al cielo”, “azar divino” o “el templo del hanafuda libre”, la palabra Karuta sí tiene un significado claro. Significa, literalmente, carta, y es que los naipes fueron introducidos a Japón por los portugueses hace más de 500 años y Kurata no es más que la deformación de la palabra en portugués para carta. Quizás suene raro que una palabra en portugués se haya colado al japonés, pero no resulta tan extraño si consideramos que, durante siglos, Japón estuvo cerrado al comercio exterior, excepto por los portugueses, quienes fueron los primeros en comerciar con el Japón del shogunato.
Lo interesante de las cartas hanafuda de Nintendo es que era el propio Fusajiro Yamauchi quien las tallaba y pintaba a mano, sobre pedazos de corteza de árbol, lo que las volvía sumamente duraderas. Esto, claro, no era tan buen negocio, ya que un mismo mazo de hanafuda podía durar una vida entera, si se cuidaba bien, lo que reducía la cantidad vendida. Pero Fusajiro tuvo una idea y empezó a producir también cartas occidentales; de hecho, Nintendo Kurata fue la primera empresa en producir y comercializar cartas occidentales en Japón.
Al no tener hijos y dado que la cultura japonesa dictaba que, para que una empresa siguiera siendo familiar, el siguiente varón en la línea de sucesión debía asumir la dirección una vez retirado el presidente, Fusajiro Yamauchi adoptó como su propio hijo a su yerno, Sekiryo Kaneda, quien tomó el apellido Yamauchi. Debido a que ese matrimonio tampoco dio descendientes varones, Sekiryo tuvo que repetir el proceso y adoptar a su yerno, Shikanojo Inaba, para que tomara las riendas de la compañía cuando éste se retirara. Por desgracia, Shikanojo abandonó a su esposa e hijo, de nombre Hiroshi, por lo que Sekiryio le dio su apellido a su nieto y, eventualmente, Hiroshi Yamuchi sería el presidente de Nintendo durante su incursión en el mundo de los juegos de video.
La primera mitad del siglo XX fue difícil para Nintendo y es que la empresa resintió los embates de los conflictos armados a los que se suscribió el país; primero, la guerra rusojaponesa y, después, la Segunda Guerra Mundial. De hecho, durante la guerra, todos los productos occidentales quedaron prohibidos y, después de esta guerra, la producción de cartas hanafuda se fue en picada. En parte, por la prohibición de los juegos de azar y porque, durante los años de reconstrucción y de boom económico, los japoneses encontraron intereses que volvieron obsoletas estas barajas.
Para salvarse de la crisis, Nintendo buscó diversificar sus productos. Intentó con una marca propia de arroz instantáneo, con una cadena de taxis y hasta con una cadena de moteles de paso, o love hotels. De estas tres, sólo la cadena de taxis tuvo un éxito moderado. Una vez que Hiroshi Yamauchi fue presidente de Nintendo, optó por regresar al mundo del entretenimiento. En primera instancia, decidió producir juegos de mesa tradicionales, como shogi, Go y mahjong, así como en distribuir juegos de mesa occidentales. Debido al éxito de esta decisión, la empresa pudo aventurarse por una nueva tecnología que estaba tomando al mundo por sorpresa, los juguetes electrónicos. Nintendo, nuevamente pionera, fue la primera compañía en Japón en lanzar un juguete electrónico, conocido como el Nintendo Beam Gun, un juguete electrónico con tecnología optoelectrónica que, eventualmente, sería reutilizada en varias formas.
La Beam Gun vendió más de un millón de unidades y dio paso a la producción y venta exitosa de otros juguetes electrónicos de la mano del creador de la Beam Gun, Masayuki Uemura. Éste era el primer gran paso hacia transformarse en una empresa dedicada a los juegos y juguetes electrónicos y juegos de video. De la Beam Gun, pasamos al Laser Clay Shooting System, un juego al estilo galería de tiro que se popularizó en los salones de bolos en Japón. Pero, debido a la crisis de petróleo de Japón en el 73, los costos de los componentes se elevaron estrepitosamente, lo que volvió complicada la producción de este sistema de proto arcade. Otro juego de arcades se produjo en esta época, Wild gunman. Tanto éste como Laser Clay fueron exportados con éxito a Europa y a Estados Unidos.
Nintendo también creó un dispositivo llamado Color TV-Game, una suerte de consola primitiva inspirada en el juego Othello, una variación del juego Reversi. Con este producto, entra a la historia de Nintendo uno de sus nombres más importantes, Shigeru Miyamoto, un joven diseñador gráfico que fue contratado para diseñar las carcasas de los Color TV-Game. Debido a un error en la línea de producción de un gabinete de arcade, hubo una sobreproducción que, ahora, debía ser reutilizada de alguna manera. Fue ahí que Shigeru tuvo la oportunidad de desarrollar su primer juego y el primer gran éxito comercial de Nintendo, Donkey Kong. Éste era el primer videojuego de la historia en el que el personaje que controla el jugador podía saltar, por lo que se le dio el nombre de Jumpman a quien, posteriormente, conoceríamos como Mario. Como dato curioso, el nombre Donkey Kong viene de la idea que tenía Shigeru de querer dar a entender la frase simio testarudo. Debido a un error en la traducción, Shigeru creyó que Donkey (burro o asno) significaba testarudo y, cuando se dio cuenta del error, el nombre ya le había gustado demasiado como para cambiarlo.
Después del éxito de Donkey Kong, Hiroshi Yamauchi reconoció el genio de Shigeru Miyamoto y lo asignó a desarrollar más juegos; su ópera magna, The Legend of Zelda, sería un título que revolucionaría para siempre la forma en la que se hacen y juegan videojuegos. Actualmente, Shigeru tiene su propio equipo de desarrollo a cargo de crear e innovar juegos y tecnología, además de ser el rostro más reconocible de la compañía.
De orígenes humildes a ser una megacorporación del entretenimiento, Nintendo se ha consolidado como una de las empresas más grandes de los videojuegos, sin dejar de lado el respeto por sus raíces, tradiciones y cultura, el cual se deja ver en todos los detalles y amor que vierten en sus juegos.