Super Mario es, sin duda alguna, el personaje más famoso de los videojuegos, pero su fama no termina ahí. De hecho, podríamos decir con toda certeza que es uno de los personajes más reconocibles en todo el planeta, con un star power que supera al de celebridades reales y ficticias, como Mickey Mouse, Los Beatles o hasta Jesucristo. Todo esto es un logro extraordinario para un plomero italoamericano bigotón y su hermano, quien epitomiza la frase “nacido para segundear”. ¿Pero qué tuvo que pasar para que Miyamoto creara su opus magnum? ¿Qué tiene que ver con Popeye? ¿Cómo es que el primer fracaso de la historia de Miyamoto llevó al logro más grande de la industria? Para conocer éstas y más respuestas vamos a contarte la historia detrás de Super Mario Bros.
Como toda historia de éxito, el cuento de Mario empezó con un fracaso. Para muchos, el fracaso en su primer juego de video pudo haber significado el fin de su carrera, pero no para Shigeru Miyamoto, el desarrollador de videojuegos más conocido del planeta. Cuando Nintendo sólo hacía arcades y no era todavía un nombre sinónimo con juegos de video, le tocó a un joven Miyamoto desarrollar Radar Scope, que puede ser resumido como una mezcla bastarda entre Space Invaders y Galaga. El juego era exclusivo de los arcades y, pese a que se esperaba que el juego fuera bien recibido, la realidad fue muy distinta. El juego fracasó, y de forma estrepitosa. Nintendo de América apenas se estaba consolidando y medio operaba en una bodega en el país, por lo que no podían darse el lujo de perder una inversión significativa en gabinetes. Así que, para enmendar su error y poder salvarle millones a Nintendo, se le comisionó a Miyamoto utilizar 20,000 gabinetes parados de Radar Scope y convertirlos en un juego que fuera un éxito. La presión de Miyamoto era grande, pero más grande era su pasión por crear juegos. Lo primero en lo que pensó fue en crear un juego basado en Popeye, el marino. En el que Brutus secuestrara a Oliva y dependiera del jugador, y de Popeye, rescatarla. Por desgracia, Nintendo no pudo asegurar los derechos para la idea de Miyamoto, por lo que, como todo buen creativo, creó arte de la adversidad. Cambió a Brutus por un gorila gigante que, totalmente, no era King Kong; a Oliva por Pauline, que totalmente no era Fay Wray, y a Popeye por un gordito y bajito plomero bigotón. Dado que la principal función del personaje era la de saltar, se le dio el nombre de Jumpan, o sea, hombre salto u hombre que salta. Aunque Miyamoto quería que se le conociera como Mr. Video y que apareciera en absolutamente todos los videojuegos de la compañía. Así nació Donkey Kong, y Mario, aunque no se llamaba así todavía, tuvo su debut. Gracias al éxito de Donkey Kong, Miyamoto se convirtió en el Golden boy de Nintendo y, más rápido de lo que puedes decir Power Star, Donkey Kong tuvo secuelas, incluyendo la primera vez en la que Mario fue un villano, en Donkey Kong jr.
Mario había hecho una excelente impresión en la gente, quienes querían más. Como dato curioso, durante esta etapa de su vida, Mario era un carpintero, y no un plomero. El siguiente proyecto de Miyamoto estaría centrado enteramente en Mario, inspirado por la forma de juego de Joust, un título extraño en el que hay que derrotar a los enemigos montado sobre un avestruz. Pero requería darle un poco más de personalidad tanto a Mario como al ambiente en el que se desarrollaba la acción. Al ver nuevamente el diseño de Mario pensó que no era un carpintero, sino que tenía toda la pinta de un plomero. ¿y de dónde vienen los plomeros, pensó? De Nueva York, claramente. Fue así que se le ocurrió desarrollar Super Mario Bros., un juego situado en las alcantarillas de Nueva York en el que Mario, y su hermano, creado para que fuera un título de dos jugadores, tenían que eliminar a todas las alimañas de las tuberías. Ahora, lo único que hacía falta era un nombre. Y, para esto, la suerte tuvo mucho que ver, ya que el dueño de la bodega en la que operaba Nintendo de América era irremediablemente similar a Jumpman, y su nombre era Mario. A manera de homenaje, Miyamoto decidió nombrar Mario a su plomero y fue así que lo volvió italoamericano. Para su hermano se necesitaba un nombre igualmente italiano, así que pensó en uno que funcionara tanto para ese propósito como para un juego de palabras en japonés. Y es que Luigi, en japonés, se pronuncia ruigi, que quiere decir similar o parecido. Así que, hasta en su nombre, Luigi no es más que una copia de Mario. Así fue que nació Mario Bros. ¿Y por qué nos interesaría jugar con unos plomeros? Porque no era simples humanos, sino súper humanos capaces de golpear y mover el piso debajo de las criaturas, así como de caer de cualquier altura sin hacerse daño. Los hermanos Mario, entonces, se volverían Súper eventualmente.
El juego fue un éxito monumental, pero, pronto, llegaría el momento más importante en la historia de Nintendo, el desarrollo del Famicom, que aquí conocimos como el Nintendo Enterteinment System, o NES para los cuates. Pequeño breviario cultura. Durante la primera mitad de los 80, los juegos de video sufrieron un desastre como industria. Todo mundo y su abuelita estaban haciendo juegos de lo que fuera, sin medir consecuencias ni fijarse en la calidad final de los productos. Atari dominaba tanto los arcades como las consolas caseras, y parecía que había una urgencia porque toda empresa dedicada a los electrónicos tuviera su propia consola casera. De ahí que, en 1983, tuviera lugar el infame crash de los videojuegos del 83, mejor representado por al fracaso legendario del juego de E.T. para el Atari. Pero, en 1985, con el lanzamiento del Famicom, hubo un resurgimiento en el interés del público por los juegos de video, y super Mario estaría al frente de este renacer.
Donkey Kong y Mario Bros. fueron porteados al NES, pero la verdadera joya de la corona vendría en la forma de una secuela directa a Mario Bros., llamada Super Mario Bros. Durante el desarrollo de este juego, Miyamoto y su equipo estaban trabajando a la par en el desarrollo del primer The Legend of Zelda. Por lo que, sin saberlo, los dos juegos más importantes de Nintendo estaban siendo desarrollados al mismo tiempo por la misma gente.
Super Mario Bros. ni siquiera iba a ser un juego de Mario originalmente, ya que Miyamoto y los desarrolladores pensaron primero en las mecánicas antes que en los cosméticos, así que, durante gran parte del desarrollo, Mario en realidad era un cuadrado que atravesaba los niveles, en lo que se decidía quién sería el protagonista. Gracias al éxito histórico de Mario Bros. fue que Mario fue elegido como el protagonista del juego, y su hermano, Luigi, lo acompañaría.
Pero la concepción original de super Mario Bro.s era distinta a lo que tuvimos en su versión final. Por ejemplo, se pensaba que el juego pudiera ser un run-and-gun y que Mario disparara armas de fuego. Incluso se contemplaba la idea de que Mario montara una nube y disparara desde ella a sus enemigos en niveles bonus. Hasta hay bocetos que indican que ya se tenía contemplada la idea de incorporar a Yoshi en el juego desde entonces, pero nada de eso fue realidad en el título de 1985.
Lo que sí tuvimos fue uno de los juegos más revolucionarios que se había visto hasta el momento. Para tener una muestra clara de cómo el juego buscaba distinguirse del resto, no hay que hacer más que mirar al cielo. Literalmente. El cielo azul, hoy tan icónico, era toda una novedad en su época. Antes, los desarrolladores preferían tener un fondo negro, tanto para evitar distraer a los jugadores como por las limitaciones técnicas de los videojuegos, pero super Mario Bros. tenía un cielo azul, y no sólo eso, sino que estaba poblado por nubes, nubes con caritas y toda la cosa. De hecho, todo el concepto visual de Mario era sin precedentes, ya que estaba construido de tal forma que no sólo te hacía sentir en un juego más, sino que entrabas en un mundo fantástico ajeno a la realidad.
Aunque los niveles 3 y 5 fueron los primeros en ser creados y en los que los desarrolladores más se divertían, sabían que tenían que crear niveles más sencillos, para que cualquier persona pudiera jugar sin problema. En ese entonces, los juegos no tenían tutoriales y la información útil venía en manuales dentro de las cajas de los juegos, que la mayoría no se molestaba en leer, así que el equipo necesitaba idear una forma de enseñarle a la gente cómo jugar de manera intuitiva. Fue así que nació el mítico nivel 1-1, uno de los últimos en ser creados. El diseño de este nivel es tan extraordinario que es usado como ejemplo de libro de texto para la creación de juegos. Y la magia radica en su simpleza. Empezamos con un Mario pequeño y, al avanzar a la derecha, tenemos un Goomba, el primer enemigo de Mario, al que hay que matar aplastando. Si lo tocamos, nos morimos. Primeras grandes lecciones sobre las cuales se asentaría toda la mecánica básica de cualquier Mario. Después, tenemos dos tipos de bloques, uno con un signo de interrogación y uno de ladrillo. Golpeamos uno y no pasa nada, pero al golpear el correcto, aparece un hongo. Debido a que la primera tubería verde está a pocos pasos, el hongo se mueve y rebota con ésta, lo que hace casi imposible que perdamos el hongo. Ahora, somos capaces de destruir los bloques de ladrillo. Aunado a esto, hay un bloque solitario flotando en el aire, encima de la primera hilera de bloques. Esto nos enseña a poder saltar más alto, para alcanzar más objetos. Y, así, en menos de 10 segundos, tenemos explicada la totalidad de las mecánicas básicas de Super Mario Bros. simplemente brillante.
Pero todo héroe necesita un villano. Más allá de los goombas, una última adición al juego al considerar que era muy complicado matar a los koopatroopas y que era mejor iniciar con un enemigo más fácil, hacía falta un final boss. Miyamoto tomó inspiración de la adaptación de Toei animation de Viaje al oeste, en concreto, del rey buey. Tomó elementos de ese personaje y los mezcló con los de una tortuga, ya que si los minions eran tortugas, el malo final debía ser una súper tortuga. Tenía sentido. Así fue que nació Bowser, el principal antagonista de Mario, que aparece en más de 60 juegos distintos a la fecha.
Por su parte, Mario recibió su estatus de Súper no sólo por su capacidad sobrehumana de golpear, saltar, correr y caer sin hacerse daño, sino por su power-up, la flor de fuego, inspirada en leyendas propias del folclor japonés. Ahora los hermanos Mario eran Súper y nada ni nadie podría cambiar eso jamás.
Super Mario Bros. fue un éxito absoluto y se convirtió en el juego más vendido de su era, título que mantuvo durante años, hasta la aparición de cierto juego ruso de figuras geométricas, cuya historia puedes conocer en este video.
Desde sus humildes orígenes como un carpintero tratando de salvar a su novia de un simio gigante, por el que Nintendo fue demandado por Universal al considerar que era una copia de King Kong, y del que un abogado de nombre Kirby dio la razón a la compañía japonesa, hasta su consolidación como un ícono del gaming, Mario nos ha dado momentos de alegría sin par, literalmente, por generaciones, y no parece que sea pronto cuando su reinado termine.