- 25 datos que posiblemente no conocías sobre The Legend of Zelda
- 15 datos que posiblemente no conocías sobre GTA V
Los títulos de peleas suelen ser favoritos del público. ¿Quién no pasó horas de su infancia en las maquinitas de la esquina jugando Street Fighter, Mortal Kombat o afilando sus habilidades como vago de farmacia en King of Fighters? El género da para mucho y, como todo lo popular, se sobresaturó de basura. Todo mundo y su abuelita hicieron un juego de pelas en los 90 y principio de los años 2000 y, como consecuencia, tenemos las siguientes abominaciones. Los juegos de pelea menos ortodoxos y más extraños del mundo.
Shaq Fu
Ah, el infame Shaq Fu. El sueño ácido emergido del mismo tren de pensamiento que dio origen a Space Jam, pero peor. Shaq Fu contaba con una premisa única y, por única, queremos decir sumamente en drogas. Shaquille O’Neal, sí, el basquetbolista, viajaba a Tokio, para un partido de básquet. Pero, en el camino al estadio, se encontró con un dojo con un maestro de Kung Fu, aunque el Kung Fu sea chino y no japonés, y lo hizo saltar a otra dimensión. Ahora, tendrá que atravesar los niveles y vencer a sus enemigos con ayuda de su arte marcial, el Shaq Fu, que utiliza sus largos brazos y balones llameantes de básquet. La cantidad de cocaína que corrió en las juntas de creatividad seguro estaban densas.
Strip Fighter series
Existe cientos de clones de Street Fighter, pero ninguno como Strip Fighter. La serie inició con Strip Fighter 2 (desconocemos si hay un juego anterior) y era básicamente un reskin de personajes de Street Fighter, con todo y su pool de movimientos, pero todos cambiados por monas chinas con poca ropa. La serie evolucionó. Por alguna razón, no hay Strip Fighter 3, pero sí hubo un Strip Fighter 4 y un Strip Fighter V. Ahora, con gráficos en 2.5D y animaciones mucho más atrevidas. Y es que, cada que una de estas monas chinas es vencida, pierde por completo su ropa, lo que vuelve a esta serie extremadamente NSFW.
Masters of Teras Kasi
En la biblioteca de juegos de Star Wars hay joyas amadas por todos los fans; juegos tan impresionantes que definieron su género. Y también está Masters of Teras Kasi. Este juego fue el primero en el que podías controlar a Luke o a Darth Vader en un escenario de peleas, pero el problema es que el juego no sólo no tenía sentido, sino que el combate era terrible. ¿En qué galaxia Han Solo podía enfrentarse a Darth Vader, a puño limpio, y ganar? ¿De qué forma un sablazo láser no te corta a la mitad con sólo tocarte? ¿Qué changos es el Teras Kasi? Esta última pregunta tiene respuesta. Resulta que este juego inventó un arte marcial legendaria, usada por individuos afines a la fuerza, conocida como el Teras Kasi. Lo peor es que la película más vomitiva en años recientes de Star Wars, Solo: A Star Wars Story, hizo canon el Teras Kasi con una línea de diálogo bastante superflua.
Bikini Karate Babes
Dead or Alive es famosa, o infame, como se le quiera ver, por la voluptuosidad de sus personajes femeninos. No es casualidad que la serie tuviera un spin-off llamado Extreme Beach Volleyball. Sí, eso pasó. Pues resulta que a alguien se le ocurrió doblar la apuesta y llevar la esencia de Dead or Alive Extreme Beach Volleyball al terreno del uso de modelos fotorrealistas, como en Mortal Kombat. ¿El resultado? Bikini Karate Babes. Un título tan aberrante que pareciera salido de la mente de Johnny Lawrence, el sensei de Kobra Kai.
Buchigire Kongou: Battle Construction Vehicles
¿Se necesita ser humano para pelear? Hay muchos personajes que nos demuestran lo contrario en títulos de pelas. ¿Se necesita estar vivo? Posiblemente no. Hay robots en franquicias de todo tipo. ¿Se necesita tener extremidades y cierta inteligencia? Posiblemente sí, pero Battle Contruction Vehicles quiso demostrar lo contrario. Y es que este juego pone a pelear máquinas de construcción, como bulldozers o máquinas excavadoras, en una orgía de metal retorcido digna de un fanfic erótico de Transformers. Este juego es, quizás, el menos ortodoxo en cuanto a juegos de pelea,y en cuanto a premisa, y en cuanto a todo. ¡Son vehículos de construcción peleando!