El golfista estadounidense Tiger Woods se siente lo suficientemente bien para jugar en Riviera, su primer torneo con un corte y sin usar un carrito desde el Abierto Británico realizado en julio. Ya está pensando en el Masters.
“No me hubiera puesto ahí si no pensara que puedo derrotar a estos chicos”, enfatizó Woods el martes antes del Genesis Invitational, que contará con 19 de los 20 mejores golfistas del mundo.
Está consciente de que no ha ganado desde octubre 2019 y que a sus 47 años tiene más cirugías que títulos de majors (15). El tiempo se le está acabando, pero el astro no parece listo para aceptarlo.
Está maravillado de cuánto duró Tom Brady. Aún recuerda cuando John Elway se retiró con Denver debido a que su cuerpo ya no se recuperaba como antes. El golf no es un deporte de contacto, pero se está convirtiendo en un deporte de jóvenes. Sólo dos de los mejores 10 tienen más de 30 años. Rory McIlroy es el mayor con 33.
Woods aún puede jugar. La pregunta es si puede competir y ganar. Comparte el récord de 82 títulos de la Gira de la PGA con Sam Snead, quien tenía 67 años cuando superó el corte en el PGA Championship.
Woods estaba un poco molesto de que se celebrara que pasó el corte en el Masters el año pasado, su primera competencia desde el accidente automovilístico en febrero de 2021, donde sufrió fracturas de varios huesos de la pierna y el tobillo.
“Estoy ahí para ganar. No entiendo por qué pasar el corte es algo grandioso”, consideró Woods. “Si entro al evento, siempre es para ganar”.
Woods tenía intención de disputar el Hero World Challenge en las Bahamas la primera semana de diciembre, pero al acelerar su entrenamiento sufrió de fascitis plantar que no le permitió caminar.
Para el resto del año, Woods sólo sabe que tendrá un calendario limitado de majors y algunos otros torneos.
El final está cerca, pero no llegará en este momento.