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Sergio Pérez no ha tenido la temporada 2023 que esperaba en la Fórmula 1 con Red Bull, en la que no ha logrado consolidarse como un firme sublíder en el Mundial de Pilotos, por lo que decidió acercarse a un preparador mental para tratar de superar el mal momento, tanto dentro de las pistas como fuera de ellas.
A pesar de que muchas veces no obtuvo los resultados esperados, con lo hecho hasta el momento se mantiene como el segundo lugar del mundial, contribuyendo además en la obtención del Campeonato de Constructores para la escudería austriaca.
“Después de Miami, las cosas empezaron a empeorar para mí. Sentí que conducía un auto distinto que no me favorecía mucho. Posteriormente, varias veces no logré entrar en la Q3, lo que destrozó mi confianza. También hizo que conducir fuera mucho más difícil. Tuve muchos problemas en el verano.
“Al principio (de la temporada) estaba ahí arriba, compitiendo, pero todo cambió. Conducía sin ninguna confianza. En cierto momento, simplemente no podía entenderlo. Eso fue muy difícil. Cuando conduces para un equipo de primer nivel, la presión por rendir aumenta rápidamente”, señaló Sergio Pérez, en palabras que publica PrimeF1.
El piloto mexicano aceptó vivir momentos complicados ante la falta de buenos resultados, lo que incluso afectó su vida familiar.
“La Fórmula 1 es mi deporte, mi vida, mi pasión, pero cuando lo estás pasando tan mal en el trabajo, es difícil estar alegre en casa con tu mujer y tus hijos. Es por eso que contraté a un preparador mental, porque mi familia se merece tener un padre alegre en casa.
“Junto con mi entrenador, comencé a trabajar para convertirme en la mejor versión de mí mismo en casa, pero también como piloto. Decidí no rendirme, mientras tanto, también seguí trabajando duro con los ingenieros para resolver al menos algunos problemas”, apuntó Checo.
Y agregó: “Tengo 33 años, pero sigo aprendiendo todos los días; en la pista y, ciertamente, también fuera de ella. En parte por eso, nunca me cansaré de la Fórmula 1. Estoy agradecido con Red Bull por darme la oportunidad de correr para un equipo top. Después de todo, soy un piloto que no vino de su propia academia; sería fantástico si pudiera terminar mi carrera aquí”.
“Ser un piloto para este equipo no es fácil. Red Bull Racing opera de una manera diferente a la mayoría de los equipos. Esa es también la razón por la que tienen tanto éxito. En mi opinión, su auto está construido con un enfoque diferente al de los otros equipos. Necesita tiempo y debes acostumbrarte a eso. Y, por supuesto, tienes que lidiar con Max Verstappen como compañero de equipo. El pasado ha demostrado que esa tarea, esa presión, a veces puedo llamarla ‘la pista más difícil’ de la F1”, finalizó Checo Pérez.