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Durante la temporada 2020 de la Fórmula 1, Sergio ‘Checo’ Pérez disputaba su último año con la escudería Racing Point y llegaba en quinto lugar en el Mundial de Pilotos, dos puntos detrás de Daniel Ricciardo, quien era piloto de Renault. Checo tenía su futuro incierto y nunca había ganado una carrera en 189 intentos. Todo cambió el 6 de diciembre de 2020, en el Gran Premio de Sakhir.
Después de una clasificación que lo puso en el quinto lugar de la parrilla, el piloto mexicano largó de gran manera, pero un choque con Charles Leclerc, de Ferrari, lo hizo entrar en pits y caer hasta la posición 18, último lugar de la carrera tras los abandonos de Leclerc y Verstappen por la carambola con Checo.
Eso no desmotivó al corredor jalisciense que con el gran paso en su monoplaza fue remontando lugares y posiciones hasta alcanzar el primer puesto en la vuelta 67, ahora sólo tenía que mantenerlo por las siguientes 20 para conseguir su primera victoria en Fórmula 1. El único rival de Checho ese día: George Russell, quien manejaba el auto de Lewis Hamilton, quien se perdió la carrera por Covid-19.
Cuando parecía que el piloto británico de Mercedes alcanzaría y pasaría a Checo, un error en los neumáticos por parte de la escudería alemana llevó a que sufriera un pinchazo y perdiera toda oportunidad de vencer al mexicano. Después de eso, el corredor de Racing Point comandó la carrera sin ningún riesgo.
De esta manera, Checo Pérez conquistó su primera victoria en la máxima categoría del automovilismo en su carrera 190 en Fórmula 1 y rompió la sequía de 50 años sin un primer lugar mexicano en un Gran Premio. Además, fue uno de los motivos que llamó la atención de la escudería austriaca, Red Bull, quien se haría de los servicios del mexicano tras esa temporada.
Desde entonces, Checo ganó cinco Grandes Premios más, uno de ellos el legendario GP de Mónaco; se hizo con el subcampeonato de pilotos en 2023 y ayudó a Max Verstappen a coronarse como campeón del mundo en tres ocasiones.