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No hay duda, para Checo Pérez era ganar o ganar en el Gran Premio de México y así lo mostró desde que se apagaron las luces, yéndose al ataque para buscar remontar ese quinto lugar desde el que inició este domingo para regalarle una satisfacción a la gente.
Arrancó la carrera más esperada en Latinoamérica y Pérez se fue con todo, pisando el acelerador a tope para buscar tomar la punta desde la primera vuelta y es que adelantar más tarde en el Hermanos Rodríguez de la capital mexicana se convierte en toda una odisea.
Cuando intentaba atacar al pole man, Charles Leclerc, en la primera curva del circuito, el ancho del mismo no alcanzó para tres monoplazas y ahí el jalisciense se impactó con el de Ferrari, provocando incluso que el RB19 se levantara del asfalto.
El choque provocó el abandono de Pérez, quien no tardó en hacer ver su frustración ante no haber podido entregarle un resultado histórico a la afición mexicana, a la cual incluso antes le había agradecido por hacer el esfuerzo de darse cita para alentarlo.
“Es increíble, cada año se te olvida lo grande que es todo esto, lo que te hace sentir en esta vuelta, lo orgulloso de que todo ha valido la pena. Estoy agradecido con toda esta gente que hace un esfuerzo para venir a apoyarme”, había declarado Pérez antes de la largada.
Ya después de su abandono, Checo reiteró que el choque se debió a su deseo de ganar: “Me duele mucho, teníamos una buena oportunidad, pero lo intenté, había que intentarlo, porque si me salía, salía de esa curva en primer lugar y hubiera sido la oportunidad de ganar la carrera, pero no fue así, tuve el contacto con Charles (Leclerc), desafortunado porque… si te soy sincero, lo volvería a intentar, para mí un podio no iba a ser suficiente, lo único que sueño es con ganar en casa”