Se calentaron los ánimos entre los dos pilotos de Red Bull, el mexicano Sergio Pérez y el neerlandés Max Verstappen, quienes tuvieron un incidente en la largada de la Sprint Race este sábado, en el Gran Premio de Austria.
Checo y Verstappen pelearon por la punta desde el inicio, y fue el piloto azteca el que logró tras la primera curva quedarse con la cima, después evitó que Max pasara y en la siguiente vuelta fue sacado de la pista por su compañero de equipo.
Luego de la batalla, que al final ganó Max en la pista, los dos se escucharon muy enojados en su comunicación por la radio ante sus ingenieros.
Primero fue Max quien afirmó: “Me empujó, qué carajos”. Pero inmediatamente Checo respondió: “¿Qué está mal con Max?”.
Con la carrera ya terminada con un triunfo más de Verstappen, y con Checo en segundo lugar, los dos pilotos de Red Bull fueron a encontrarse abajo de los autos. Ambos se veían muy serios, enojados y frustrados al intentar explicar al otro lo que había sucedido.
Checo fue el primero en ir a buscar a Max para hablar del tema, se saludaron, igual a Carlos Sainz y fueron a un costado para hablar de manera más privada, donde el mexicano otra vez fue quien tomó la palabra y se le vio intentando explicar su maniobra en el circuito Red Bull Ring, lo mismo que a Verstappen, pero Checo no quedó muy feliz y al final todo parece indicar que no se entendieron de la mejor manera, pero el mexicano comentó después que “todo está bien”.