El duelo que todos queríamos ver ya se dio en el Gran Premio de Miami, donde Red Bull dejó correr a sus dos pilotos y Max Verstappen le ganó la partida a Checo Pérez, al aprovechar que tenía neumáticos nuevos.
Cuando el neerlandés realizó su parada a pits, el piloto mexicano retomó el primer lugar en la carrera en la vuelta 46, aunque Max salió con gomas medias, por detrás del tapatío, con lo que comenzó la cacería.
Checo Pérez sabía lo que venía y se preparó para hacerle honor a su apodo del Ministro de Defensa, a pesar de saberse en desventaja por tener unos neumáticos mucho más castigados que los de su coequipero.
Red Bull no ordenó nada por la radio y se dedicó a mirar el duelo entre sus dos pilotos. De inmediato, Verstappen se le pegó al RB19 de Pérez, respirándole en la nunca, saliendo avante el mexicano en la primera ofensiva.
Sin embargo, era cuestión de tiempo para que el campeón del mundo lo dejara atrás, al entrar en calor sus llantas, situación que se dio en la vuelta 48 con un extraordinario ataque, en el que Checo Pérez no pudo hacer nada para evitarlo.
Fue un duelo breve, pero intenso, del que Verstappen salió ganador para quedarse con la bandera a cuadros, quedándose el azteca con el segundo lugar.
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