Sergio ‘Checo’ Pérez ha experimentado un mes de junio lleno de dificultades y contratiempos en su trayectoria como piloto de Red Bull. Atravesando su peor momento en la escudería austríaca, el piloto mexicano no ha logrado encontrar su mejor forma y enfrenta crecientes cuestionamientos por parte de los altos mandos de su equipo.
Una de las principales preocupaciones para Pérez en este mes ha sido su incapacidad para avanzar a la Q3 en las clasificaciones de carrera. Por cuarta vez consecutiva, el piloto mexicano quedó eliminado en la Q2, siendo la última vez que superó esta fase en el GP de Miami. Esta situación no se había presentado en Red Bull desde el año 2008, cuando David Coulthard enfrentó una racha similar.
Aunque Pérez se encuentra en la segunda posición en la tabla de pilotos, su situación no es la ideal y la frustración es evidente. Durante los primeros compases de la Qualy del GP de Austria, parecía que el mexicano estaba recuperando las sensaciones de las semanas iniciales de la temporada, pero un error al exceder los límites de pista en repetidas ocasiones generó impotencia y descontento en el piloto jalisciense. Las declaraciones emocionales de Checo tras la Qualy reflejaron su frustración por no poder alcanzar el rendimiento deseado.
La consecuencia directa de estas dificultades en la clasificación del GP de Austria es que Pérez partirá en la posición 15 en la próxima carrera. Sin embargo, el piloto mexicano no pierde la determinación y su objetivo principal será avanzar rápidamente en la parrilla para acumular la mayor cantidad de puntos posible.
Red Bull, como equipo, tiene la responsabilidad de brindar el apoyo necesario a su piloto para que pueda superar esta mala racha. El trabajo en conjunto entre Pérez y el equipo técnico es fundamental para analizar y resolver los problemas que están afectando su desempeño.