El 2022 fue un año de completo dominio por parte de Max Verstappen en la Fórmula 1, una cuestión que no agrada en lo más mínimo a sus más cercanos perseguidores, Mercedes y Ferrari, quienes harán hasta lo imposible por acabar con la era del neerlandés.
Para nadie es una mentira de que existe una verdadera preocupación en el equipo de Milton Keynes y es que hay que recordar que acarrea una penalización que los limita de cara a la próxima campaña y eso juega en favor de sus rivales.
Otra situación que podría favorecer a los perseguidores de Max es esa fractura en su relación con Checo Pérez que fue evidente al final de la campaña pasada, algo que provocaría que el mexicano dejará de fungir como un escudo y ya no quitarle tantos puntos a Charles Leclerc o a Lewis Hamilton en la lucha ante el bicampeón.
Otro de los puntos que hay que seguir de cerca es que Ferrari ya no puede permitirse cometer los errores estratégicos que se dieron en el 2022 y que terminaron costando muchos puntos a Charles Leclerc y al español Carlos Sainz, quien quiere revancha a bordo de su monoplaza rojo.
Con todo en contra pero con mucha más experiencia y el respaldo del equipo austriaco, Verstappen iniciará una nueva campaña bajo el título de bicampeón de la máxima categoría en el automovilismo mundial.