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Un increíble y violento accidente mandó al piloto Ryan Preece al hospital, al dar su vehículo alrededor de diez volteretas en el aire, en el Daytona International Speedway de la NASCAR Cup Series.
Todo iba con normalidad, prácticamente en el final de la carrera, cuando se suscitó el percance en la vuelta 156 de las 160 programadas. El Chevrolet número 43 de Erik Jones (Legacy Motor Club) se vio involucrado en un accidente en el que el Ford número 41 de Ryan Preece salió volando y dando de giros por los aires, chocando con el Ford 14 de su coequipero, Chase Briscoe.
Fueron momentos de dramatismo y terror, al ver cómo el auto de Preece se salía de la pista rumbo a la zona de pasto, a una tremenda velocidad que lo puso a dar de volteretas sin control hasta detenerse y quedar parado sobre sus propias llantas.
La emergencia comenzó, al llegar los equipos de seguridad para asistir al piloto, logrando salir del coche para posteriormente ser trasladado en ambulancia al hospital.
En el primer informe, Greg Zipadelli, vicepresidente de competición de Stewart-Haas Racing, mencionó que Ryan Preece se encontraba ‘alerta, pero conmocionado’, previo a ser llevado al hospital.
Posteriormente, el equipo lanzó un comunicado para dar a conocer el estado de salud del piloto de 32 años.
“El piloto de la NASCAR Cup Series Ryan Preece permanecerá durante la noche en el Halifax Mental Center para continuar en observación. El piloto del Ford Mustang nº 41 de Stewart-Haas Racing está despierto, alerta y móvil y se ha estado comunicando con su familia y amigos. Preece se someterá a una nueva evaluación por parte del personal médico esta misma mañana. Se proporcionará una actualización por la tarde”, se lee en la misiva.