Damar Hamlin, defensivo de los Buffalo Bills y quien sufrió un paro cardíaco a inicios de año, tuvo un espectacular recibimiento por parte de la afición durante el primer entrenamiento del equipo en la pretemporada de la NFL.
Hamlin recibió la autorización para comenzar a entrenar con Buffalo a mediados de abril. Lo hizo con un casco y pantalones cortos en la sesión de primavera con sus compañeros y en los primeros cuatro días del campamento de entrenamiento, de acuerdo con las reglas de la NFL.
Pero la magnitud de lo que significa que Hamlin se ponga las hombreras no pasó inadvertida, dado que fue la primera vez que portó el uniforme desde que se desplomó en la cancha el 2 de enero en Cincinnati tras una aparente tacleada de rutina contra el receptor de los Bengals Tee Higgins.
“Me siento muy bendecido de poder volver a hacer lo que amo”, admitió Hamlin. “Intentando mantener todo tan normal como es posible”.
Después de una hora de entrenamiento, Hamlin se percató de la normalidad cuando ingresó al campo por primera vez para un ensayo en la zona de 20 yardas, en la que se permiten tacleadas. En la segunda jugada, Hamlin no titubeó y se dirigió hacia Damien Harris para envolverlo con ambos brazos.
“El primer momento de contacto era para dejar las cosas claras. Me sentí con vida, siento que estoy aquí”, dijo Hamlin con una sonrisa.
El jugador de 25 años de Pittsburgh inicia su tercera temporada en la NFL. Este año pelea con el agente libre Taylor Rapp por el puesto de suplente, detrás de Hyde y Jordan Poyer.