¿El culpable de la derrota? Los 49ers despiden a su coordinador defensivo tras perder el Super Bowl ante los Chiefs

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Steve Wilks podría ser el chivo expiatorio de los 49ers | Reuters

Las sonrisas no faltaron tras el Super Bowl LVIII disputado en el Allegiant Stadium, donde Patrick Mahomes y los Kansas City Chiefs lograron remontar una desventaja de 10 puntos en el marcador y terminaron alzando el cuarto título de la franquicia. Los únicos descontentos seguramente eran los San Francisco 49ers y sus aficionados, que vieron cómo volvieron a caer contra el equipo dirigido por Andy Reid, tras la derrota hace 4 años en el Super Bowl LIV.

Como en cualquier derrota en el deporte, se empezaron a buscar culpables de la caída. Comenzaron apuntando que era la segunda vez que el coach Kyle Shanahan se veía involucrado en una remontada en un Super Bowl, recordando cuando él era parte del staff de los Falcons que cayeron frente a los Patriots en una remontada espectacular a cargo de Tom Brady. De ahí, se empezó a difundir que los 49ers no estaban enterados de los cambios a las reglas del tiempo extra en el Super Bowl y por eso es que decidieron tener primero ellos el balón, dándole una ventaja a los Chiefs.

La presión sólo parecía aumentar para San Francisco y de acuerdo a Adam Schefter de NFL Network, el equipo y el entrenador en jefe habrían decidido tomar una determinación contundente en cuanto a su staff: despedir al coordinador defensivo del equipo, Steve Wilks.

“Fue estresante al inicio del año. Parecía que todos iban en su contra. Lo sentí por él, porque no es culpa de una sola persona en el fútbol,” declaró durante la temporada el jugador Nick Bosa, tras los señalamientos que llegó a sufrir Wilks en las malas rachas defensivas que sufrían los 49ers y especialmente en el mes de octubre cuando acumularon 3 derrotas consecutivas.

Aún así, la defensiva de San Francisco había tenido cifras realmente buenas en el año, permitiendo un promedio de 17.5 puntos por partido y colocándose como el tercer mejor equipo de la liga en este apartado. Todo se torció en la postemporada, donde ese número pasó a ser 27.5 puntos y ahora ha significado la partida del que varios ya catalogan como el chivo expiatorio de la derrota en el Super Bowl.

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