La estrepitosa caída de Sam Darnold en los partidos ante Rams y Lions: ¿le costará su puesto en Minnesota?
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Una de las historias de la temporada 2024 fueron los Minnesota Vikings. De perder por lesión a su quarterback novato, J.J. McCarthy, a tener la segunda mayor cantidad de victorias en la historia de la franquicia (14) detrás de Sam Darnold, quien vivió una resurrección tras pasar con más pena que gloria en Jets y Panthers. Era un cuento de ‘Cenicienta’, pero le dieron las 12 y la carroza del quarterback se convirtió en calabaza en el peor de los momentos.
Darnold tuvo sus dos peores partidos del año en la Semana 18 y en la ronda de comodines, dejando a los Vikings están eliminados. Tras la Semana 17, en la que se dieron los virales videos en el vestidor tras vencer a los Packers y el mariscal tuvo la máxima de su carrera con 377 yardas, parecía que teníamos una historia de película, todavía mejor que cuando Case Keenum les llevó a la final de conferencia en la temporada 2017, pero todo se derrumbó en 8 días.
Antes de hacer trizas a Darnold, sería injusto olvidar la gran campaña que tuvo. En las primeras 17 semanas, era quinto en la NFL con rating de 106.4, mejor que Josh Allen y que Patrick Mahomes. Tenía 35 touchdowns y 4,153 yardas, Top 5 en ambas categorías, y también Top 10 en porcentaje de completos. Se podría presentar un argumento de MVP por salvar la temporada de Minnesota y tenerles a una victoria de tener la mejor marca de la conferencia. Rams y Lions cambiaron la narrativa con golpes fulminantes.
¿Qué le pasó a Sam Darnold?
En los últimos dos juegos, lo que fue una fortaleza de Minnesota todo el año era una debilidad en potencia. Detroit y Los Angeles apostaron a que los Vikings no iba a cambiar su estilo, de ser uno de los equipos que más tiempo tardaba en lanzar (más de 3.0 segundos) en busca de pases largos (8.9 yardas en el aire volaban los pases, solo por detrás de Anthony Richardson, Trevor Lawrence y Lamar Jackson), así que decidieron ir por el QB, aún con el riesgo que Justin Jefferson o Jordan Addison les quemara. Una apuesta de alto riesgo, pero fue ganadora para ambos.
Detroit lo hizo con cargas, los Rams ganando la mayoría del tiempo con sus cuatro frontales. La línea ofensiva de Minnesota, que llegó como la segunda mejor en protección de pase según la métrica PBWR de ESPN, permitió 11 capturas en los últimos dos juegos. Ya tenía problemas con eso: 46 antes de la Semana 18, cuarta mayor cantidad. Ahí estaba el camino y lo siguieron. Los Rams generaron 23 presiones, la mayor cantidad en un juego de postemporada desde que Tampa Bay correteó a Mahomes toda la noche en el Super Bowl LV (29).
En toda su carrera, Darnold nunca fue el mejor mariscal bajó presión (este año, pre colapso, su rating caía más de 10 puntos a 93.1, que se hundió a 27.3 en los últimso dos juegos) Sigue quedándose estático en la bolsa de protección. No hay que tener la velocidad de Lamar Jackson para salir del problema, pero a Darnold siempre le ha costado dar esos pequeños pasos al costado que hacen jugadores menos atléticos como Tom Brady, Brock Purdy y muchos más, para ganar medio segundo para lanzar. En lugar de eso, ‘se le cierran las puertas del elevador’, se come el balón para no cometer los errores que le condenaron al inicio de su carrera. Eso fue su cruz en zona roja ante Detroit. Contra los Rams, se puso todo cuesta arriba temprano (perdían 10-0 tras el primer cuarto, pero nadie habla de que la defensa de Brian Flores permitió que Stafford completara sus primeros 10 pases), no tuvo el más mínimo soporte terrestre y Los Angeles terminó dominando en las trincheras ante un mariscal que no fue capaz de superar tantos problemas.
Así se explica que un mariscal que fue Top 10 o Top 5 en la temporada, elegido al Pro Bowl, completara apenas 53% de sus pases para 411 yardas, 1 touchdown, 1 intercepción y un balón suelto que pone su futuro en duda.
¿Qué harán los Vikings con Sam Darnold?
Tras un año de suplente de Brock Purdy en los 49ers, Darnold firmó un año en Minnesota, para mantener ‘el asiento caliente’ en lo que el novato J.J. McCarthy se ponía apunto. Todo cambió por la lesión del mariscal campeón de la NCAA con Michigan en la pretemporada.
Hace unas semanas existía el debate de si valdría la pena retener a Darnold y cambiar a McCarthy. Ahora la salida es lo más probable, porque hay varios equipos en busca de quarterback. El Draft no es el más profundo en la posición más importante, así que los que no elijan a Cam Ward o Shedeur Sanders tendrán que ponderar sus opciones en el mercado, donde quizá la mejor opción sea el mariscal ahora tan criticado por lo que pasó los últimos 8 días, que quizá no hubiera sido un problema de haber caído en este bache en octubre.
Equipos como los Steelers, donde Russell Wilson y Justin Fields son agentes libres, podrían tocar a la puerta. Raiders tampoco tiene una opción clara. Un regreso a Jets quizá esté descartado, pero Aaron Rodgers podría retirarse o que el nuevo coach no le quiera. Giants elige tercero y quizá ya no estén los mariscales disponibles. Cleveland, equipo que tiene el segundo pick, tiene una situación bien complicada porque Deshaun Watson ha jugado fatal, pero sale carísimo cortarle antes de 2027, y la segunda ruptura del tendón de Aquiles podría llevarle a no jugar en 2025. Un novato no es mala opción en el pick #2, pero quizá busquen un veterano antes de intentarlo una última vez en 2026 con Watson. Ese veterano podría ser Darnold.
Lo más probable es que Minnesota use la etiqueta de jugador franquicia a Darnold, ganando tiempo para buscar un cambio por algo más que una selección compensatoria de tercera ronda. Quizá, ante otros rivales o con más experiencia en el sistema, podría tener mejores respuestas a los problemas que presentaron Lions y Rams, y avanzar en la postemporada. La NFC no es un trabuco de mariscales de campo, y jugadores con menos talento han ganado en postemporada. Darnold sigue siendo joven (cumple 28 en el verano, por más que parece que lleva una vida en la NFL). Dos malos partidos no necesariamente es el final de su carrera como titular, sea con los Vikings o en otro lado. Se ganó una oportunidad, sea en Minnesota (donde la experiencia será un punto a favor) o en otro equipo, que tendrá que asegurarse de crear un ecosistema en el que Darnold pueda resolver más rápido y no se vea tan seguido bajo presión. Un ejemplo puede ser un compañero de la primera ronda del Draft 2018: Baker Mayfield en Tampa Bay, y hay peores cosas que ser campeón divisional en años seguidos.