Lamar Jackson, el talentoso quarterback de los Ravens de Baltimore, tiene una clara razón para participar en las prácticas voluntarias de su equipo este año: la necesidad de dominar la nueva ofensiva. Jackson comprende la importancia de familiarizarse con el sistema antes de que comience la temporada, a pesar de que faltan unos meses para el inicio oficial. Su objetivo es aprender la nueva estrategia y establecer una conexión con sus compañeros de equipo.
Esta temporada es particularmente significativa para Jackson y los Ravens, ya que recientemente firmaron un acuerdo por cinco años y 260 millones de dólares. La presencia de Jackson en el campo de entrenamiento el miércoles es un signo positivo para el equipo. Aunque el año pasado se ausentó de esta etapa, sí estuvo presente en los campamentos obligatorios.
La anticipada llegada de Jackson se debe a la preparación de los Ravens bajo el mando del nuevo coordinador ofensivo, Todd Monken. Jackson confía en que Baltimore será capaz de generar jugadas aéreas de gran impacto y depender menos de las carreras, incluso reduciendo sus propios acarreos.
“Estamos buscando lanzar pases largos”, declaró Jackson. “El juego terrestre solo puede llevarnos hasta cierto punto y, en esta nueva era de equipos y ofensivas en la liga, siento que necesitamos evolucionar. Hasta ahora, lo que he visto de esta ofensiva con el coordinador Todd Monken es tremendo”.
Jackson destacó que la ofensiva de Monken se caracteriza por su rapidez. Aunque los Ravens han tenido éxito en el control del tiempo de posesión en temporadas anteriores, creen que con un quarterback como Jackson podrían presionar aún más a las defensivas.
“El sistema tiene un toque de fútbol americano universitario, pero definitivamente es más rápido”, admitió Jackson. “Es genial para mí. Es algo nuevo”.
Es difícil predecir cuánta diferencia hará la presencia de Jackson en los entrenamientos de mayo en una temporada que comienza en septiembre. El entrenador en jefe, John Harbaugh, afirmó que no le preocupa la ausencia del ala cerrada Mark Andrews y del receptor recientemente adquirido Odell Beckham Jr., pero obviamente prefiere contar con la mayor cantidad de jugadores posible en Owings Mills.
“Creo que es importante. Soy un entrenador”, expresó Harbaugh. “Quiero que todos los jugadores estén aquí todo el tiempo, haciendo todo lo posible. Sin embargo, ¿es eso necesariamente lo mejor? No lo sé. Cada persona tiene sus propias circunstancias, y está bien”.
Jackson tiene la esperanza de convertirse en un líder más extrovertido en el futuro y considera que su decisión de reportarse temprano puede ayudarlo en ese aspecto.
“Intentaré ser un líder más expresivo”, afirmó Jackson. “El entrenador me dijo: ‘necesitas empezar a hablar más'”.
Durante la práctica, también estuvieron presentes el receptor novato Zay Flowers y su compañero Rashad Bateman, quien se recuperó de una lesión en el pie que lo limitó a jugar solo seis partidos la temporada pasada. La presencia de estos jugadores refuerza el compromiso del equipo con el desarrollo y la preparación para la temporada venidera.