Lions de Detroit, ¿firme candidato a conquistar el Norte de la NFC?

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Por primera vez en sus 22 años en el Ford Field, los Lions de Detroit han agotado los abonos de temporada. El estadio en el centro de la ciudad, que ha visto a 13 equipos diferentes de los Lions sufrir más de 10 derrotas, podría convertirse en el destino más atractivo en la Conferencia Nacional Norte este año. Los Lions son los favoritos para ganar la división, y aunque estas expectativas pueden ser una carga pesada, este equipo no está acostumbrado a la presión adicional.

“Me siento impulsado por algo”, comentó el entrenador en jefe Dan Campbell.

La última vez que ganaron un título de división, la división tenía otro nombre. En 1993, los Lions se ubicaron en la cima de la Central de la NFL, lo que significó una sequía de tres décadas sin colgar un banderín y asegurar un lugar como locales en los playoffs. Esta fue la segunda sequía más larga en la historia de la NFL, solo superada por los Browns de Cleveland.

Jared Goff deberá seguir siendo el quarterback que evitó las pérdidas de balón al final de la pasada temporada, con solo una en los últimos 10 juegos. Los Lions cerraron con un récord positivo de 9-8, su primera campaña positiva desde 2017.

El running back Jahmyr Gibbs, la 12ª selección del draft, debe demostrar su capacidad para ser productivo tanto acarreando como atrapando el balón.

Aidan Hutchinson, la segunda selección global del año pasado, necesita convertirse en un jugador impactante en cada down después de una prometedora primera campaña para reforzar una defensa que permitió la mayor cantidad de yardas en la NFL la temporada pasada.

Sin embargo, quizás lo más esencial en el intento de Detroit de cumplir con las enormes expectativas es ignorarlas. Campbell, en su tercer año con los Lions, ha advertido a sus jugadores sobre los peligros de subirse al “tren de la fanfarria” que recorre la liga cada verano y que inevitablemente hace tropezar a uno o dos equipos.

Goff, quien disputó un Super Bowl con los Rams de Los Ángeles, prefiere recibir los elogios con moderación.

“Tenemos un equipo muy bueno, pero aún no hemos logrado nada”, dijo. “Tenemos mucho camino por recorrer para dejar nuestra huella”.

Los Vikings de Minnesota ganaron la división la temporada pasada con un récord de 13-4 y mantienen una potente ofensiva encabezada por el wide receiver Justin Jefferson, que permanece casi intacta.

Incluso los Vikings reconocen que muchas personas pronostican un gran año para los Lions.

“Entiendo por qué. Terminaron la temporada muy bien”, dijo el entrenador en jefe Kevin O’Connell. “Tengo mucho respeto por el trabajo de Dan y su personal”.

¿En buenas manos?

Goff viene de su mejor año desde que llevó a los Rams al campeonato de la NFC en 2018, y ha establecido una gran conexión con Amon-Ra St. Brown, que se desarrolló durante la segunda mitad de la temporada 2021. St. Brown terminó en el undécimo lugar de la NFL en 2022 con 1,161 yardas en pases atrapados, pero el equipo necesita otras opciones.

Cambios en Minnesota

Los Vikings entran en el último año del contrato de su quarterback Kirk Cousins, y no tienen un sucesor claro, lo que plantea incertidumbres sobre el futuro de una ofensiva centrada en Jefferson. En cualquier caso, el rendimiento de su defensa será fundamental para ganar un segundo título consecutivo de división por primera vez desde 2009.

Juventud en Green Bay

Tras el traspaso de Aaron Rodgers a los Jets y la promoción de Jordan Love, seleccionado en la primera ronda del draft de 2020, los Packers de Green Bay tienen solo tres jugadores que superan los 30 años: el tackle izquierdo David Bakhtiari, el linebacker De’Vondre Campbell y el rusher Preston Smith.

Justo a tiempo

El primer año con el entrenador Matt Eberflus fue un suplicio para los Bears de Chicago, con un récord de 3-14. Sin embargo, Justin Fields sigue teniendo el potencial para ser un quarterback peligroso en dos facetas. Sumó 719 yardas acarreando el balón y cinco touchdowns en sus últimos siete juegos. La presencia de los receptores D.J. Moore y Darnell Mooney debería darle más confianza a Fields y aumentar la productividad.