Los fantasmas de los colapsos en el Super Bowl de Kyle Shanahan: el 28-3 contra los Patriots y el ‘abejorro’ ante Chiefs
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El destino pone una oportunidad más para Kyle Shanahan. El entrenador de los San Francisco 49ers, la mente maestra detrás de las ofensivas de media NFL, está de regreso en el Super Bowl, que ha sido el escenario de sus peores pesadillas.
Los equipos Shanahan han tenido ventaja de doble dígito en las dos ediciones previas que sus equipos llegaron al Super Bowl. En la historia del partido grande de la NFL, 33 equipos ganaban por 10 puntos o más entrando al último cuarto: los Falcons y 49ers de Kyle tienen dos de las tres derrotas (Patriots vs Seahawks en el XLIX es el otro).
Hijo de Mike Shanahan, el coach que le dio a los Denver Broncos de John Elway dos anillos de campeón en los noventa, Kyle fue el asistente más joven y posteriormente el coordinador de menor edad en la liga con los Texans de 2006 a 2009, aunque el equipo no pasó a los Playoffs en sus cuatro años en Houston. Su padre le llevó a dirigir el ataque en Washington y ahí comenzó a ganar fama, al traer los conceptos de Pistol y RPO con Robert Griffin III, quien le ganó el Novato del Año a Andrew Luck y llegaron a los Playoffs. Llegaron las lesiones del QB, sumado a la inestabilidad de Dan Snyder, y Kyle se tuvo que ir un año a Cleveland, donde había caos también con Josh Gordon y Johnny Manziel. Un 7-9 con los Browns antes de Stefanski es todo un logro.
En Atlanta, Kyle finalmente la rompió. Hizo MVP a Matt Ryan en 2016 y llegaron al Super Bowl LI, donde arrollaban 28-3 a los Patriots con menos de 20 minutos por jugar, pero se dio la remontada más grande de la historia, en la que le critican que siguió siendo agresivo, lanzando el balón, y eso provocó un fumble y salirse de zona de gol de campo que hubiera sido la diferencia. De alguna manera, el colapso de 25 puntos no es el que más le incomoda a Kyle.
“Si me dices antes del juego que perderíamos una ventaja de 28-3, pensaría que nunca saldría de mi habitación. Pero te das cuenta que así es el deporte. Con una de como 20 jugadas, ese partido cambia, pero también entiendo que el mariscal del otro lado (Tom Brady) tuvo la actuación más increíble jamás vista. Es más difícil el juego de Kansas City”, dijo para Peter King en su columna FMIA de NBC Sports.
Así es, Shanahan considera que el Super Bowl LIV fue más doloroso. No fueron 25 puntos, pero era una ventaja de 20-10 con menos de 7 minutos por jugar lo que le costó el anillo a los 49ers en el primer duelo ante los Chiefs. Mahomes conectó la 3&15 con Tyreek Hill, Garoppolo estrelló par de pases en la línea defensiva y luego voló a Emmanuel Sanders para la victoria.
Jet Chip Wasp.
— German Arrowheads (@ChiefsKingdomDE) March 23, 2022
Ohne Tyreek Hill hätten wir den Superbowl nie gewonnen. pic.twitter.com/qvwGcEljNI
El destino le tiene una nueva oportunidad a Shanahan. Puede exorcizar el mayor de sus demonios, porque en el Super Bowl LVIII se mide de nueva cuenta a los Chiefs y Patrick Mahomes. La oportunidad de acabar la obra, ahora de la mano de Brock Purdy, y tener finalmente el premio mayor que otros de sus pupilos, como Sean McVay, ya consiguieron.