Publican el video del arresto de Tyreek Hill: la policía le bajó del auto a la fuerza tras subir la ventana y le esposó contra el suelo
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Un oficial de policía arrastró del brazo y cabeza al receptor de los Dolphins de Miami, Tyreek Hill, para sacarlo de su auto deportivo. Posteriormente lo obligó a tirarse al piso con la cara contra el suelo después de que Hill subió la ventana de su vehículo durante una parada de tráfico antes del juego del domingo, según se ve en las imágenes de las cámaras corporales dadas a conocer el lunes.
El video muestra que el altercado entre los oficiales del Condado de Miami-Dade y Hill escaló rápidamente y que los oficiales lo insultaron, pero no se resistió a la fuerza física o intentó atacarlos, aunque si le dijo: “No me digas qué hacer”. Las imágenes de las cámaras de seis oficiales fueron dadas a conocer.
La directora de la policía, Stephanie Davis, indicó que usualmente no publicarían las imágenes mientras continúa la investigación, pero que quería demostrar que el departamento está “comprometido con la transparencia y mantener la confianza del público”.
En una entrevista en CNN el lunes, el jugador de 30 años dijo que se sentía “avergonzado” y “conmocionado” por la situación.
El video muestra a Hill pasando a los dos oficiales en motocicleta en su McLaren deportivo en la autopista que lleva al Estadio Hard Rock. En ese momento encienden sus luces y le piden a Hill que se detenga —posteriormente indicaron que iba a 37 kilómetros por hora.
Uno de los oficiales toca la ventana del lado del conductor y le pide que la baje. Hill lo hace y le entrega su licencia de conducir.
“No toques así mi ventana”, le dice Hill al oficial varias veces.
“Tengo que tocar para decirte que estoy aquí”, le responde el oficial mientras le pregunta al jugador por qué no tiene el cinturón de seguridad.
“Sólo dame mi multa hermano, para poder irme. Voy tarde. Haz lo que tengas que hacer”, le pide Hill al policía mientras sube su ventana polarizada.
“Deja la ventana abajo”, le repite el oficial tocando nuevamente la ventana. Aún se ve a Hill dentro.
Hill baja ligeramente la ventana y dice: “No me digas qué hacer” antes de volver a subir la ventana.
Hill le dijo a Kaitlan Collins de CNN que subió su ventana citando su preocupación al recibir atención no buscada.
“Si dejo mi ventana abajo, la gente que iba pasando iban a notar que estaba ahí”, comentó Hill. “Y van a empezar a tomar fotos y no quería crear una conmoción y todo. Sólo quería que me dieran la multa y seguir mi camino”.
El oficial pausa unos cinco segundos para ver a su alrededor antes de pedirle a Hill que deje la ventana abajo o “te voy a sacar de tu auto. De hecho, salte del auto”.
El oficial le exige a Hill que abra la puerta y en ese momento otros oficiales se acercan, mientras dice: “Salga del auto o romperé… la ventana”.
Hill abrió la puerta y el segundo policía lo toma del brazo y de la parte de atrás de la cabeza mientras el jugador dice: “Estoy saliendo”.
Hill después dijo que cree que no se movió tan rápido cómo querían los oficiales.
“No me moví tan rápido por las lesiones”, indicó Hill, quien fue titular en su novena temporada en la NFL. “Estoy pasando por unas cosas. Juego un deporte físico”.
El segundo oficial obliga a Hill a poner su cara contra el piso antes de poner sus brazos sobre su espalda mientras que el receptor grita hacia su celular: “Me están arrestando Drew”.
No está claro si se refería a su agente, Drew Rosenhaus o el director de seguridad del equipo, Drew Brooks. Ambos llegaron rápidamente al lugar.
Los oficiales esposan a Hill y uno de ellos coloca su rodilla sobre su espalda. “Si te decimos que hagas algo, lo haces”.
“Llévame a la cárcel, hermano, o lo que tengas que hacer”, responde Hill.
“Lo haremos”, dice el oficial que lo sacó del auto.
Los oficiales entonces lo obligaron a ponerse de pie y Hill les pregunta, “Por qué golpearon así mi ventana como locos”.
Los oficiales llevan a Hill hacia la acera y uno de los policías le pide que se siente en el suelo, pero el jugador le responde que recién tuvo una cirugía de rodilla.
El oficial que lo sacó del auto saltó por detrás, lo toma del pecho o cuello para hacerlo sentarse.
“Calma, hermano”, se escucha Hill decirle a los policías.
En ese momento su compañero Calais Campbell estacionó su camioneta enfrente y salió para preguntar qué sucedía. El oficial le ordena a Campbell regresar a su auto antes de decirle que van a multarlo por bloquear la calle. Al poco tiempo también lo esposaron.
Hill y Campbell eventualmente fueron liberados y les permitieron dirigirse al estadio. Hill recibió dos citaciones, pero no fue arrestado. Uno de los policías fue puesto en licencia administrativa.
El presidente del sindicato de agentes de policía del sur de la Florida, Steadman Stahl, defendió las acciones de los oficiales y dijo el lunes que Hill que “fue detenido brevemente por la seguridad del agente, tras conducir de una manera en la que él arriesgaba mucho a los demás y a él”.
“Al ser detenido, el señor Hill no cooperó de inmediato con los agentes en el lugar que, cumpliendo las directrices y por su seguridad en ese momento, esposaron al señor Hill. El señor Hill, aún sin cooperar se negó a sentarse en el piso y por ello se redireccionó al piso. Una vez aclara la situación en unos minutos, el señor Hill recibió dos citaciones de tráfico y pudo irse”.
Hill indicó más tarde que no entendió por qué los agentes le esposaron.
“No tengo idea, de veras”, dijo Hill tras el partido. “No fui irrespetuoso, porque mi madre no me crió así. No insulté. Nada de eso”.
Julius B. Collins, abogado de Hill, aseguró que el equipo legal del receptor está explorando todas las opciones legales y consideró “excesivas” las acciones de los oficiales.
“El Sr. Hill entiende la naturaleza peligrosa del trabajo de los oficiales de seguridad y entiende que la seguridad de los oficiales es importante”, dijo Collins en un comunicado, “pero en ningún momento el Sr. Hill representó un peligro”.
Campbell dijo el lunes que el tight end Jonnu Smith y el receptor Odell Beckham Jr. también estuvieron presentes para ayudar a Hill, quien les pidió en repetidas ocasiones: “No me dejen”.
El receptor de 30 años y de raza negra se preguntó qué le habría sucedido si no fuera una estrella de la NFL. Algunos de sus compañeros que también son afroestadounidenses reconocieron que están acostumbrados a estas interacciones.
“El excesivo uso de fuerza al hombre negro, no es poco común”, dijo el safety Jevon Holland. “Es común en los Estados Unidos”.
El entrenador de los Dolphins Mike McDaniel comentó el lunes que estaba molestó por la situación y pareció contener las lágrimas al recordar el incidente.
“Es posiblemente más molesto porque, sí, paso mucho tiempo dando prioridad a la empatía y cuando sabes que no puedes entender verdaderamente lo incierto, me pega”, indicó.