El equipo de pentatlón moderno de Túnez en Roma 1960: Una historia llena de trampas y antideportivismo
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Las historias en los Juegos Olímpicos suelen ser de éxito, de motivación o ejemplos de superación. Sin embargo, en el andar de la justa también se han presentado capítulos para el olvido, que han rozado en lo grotesco, como sucedió con el equipo de pentatlón moderno de Túnez en Roma 1960.
El pentatlón moderno está conformado por cinco disciplinas: esgrima, natación, salto ecuestre, tiro con pistola y carrera campo a través. Por lo que los atletas deben tener una preparación absoluta, tanto física como mental; aunque este no fue el caso de los tres representantes tunecinos, quienes finalizaron en el antepenúltimo, penúltimo y último lugar de la competencia, en medio de un verdadero desastre y una gran polémica
Y es que, en la natación, de manera increíble, uno de los representantes de Túnez estuvo cerca de ahogarse, en lo que se pensó se trató de un caso extraordinario. Sin embargo, esto vendría a más.
En el tiro, los tunecinos fueron descalificados por realizar sus disparos muy cerca de los jueces, poniendo en riesgo la integridad de los mismos, dejando en claro que no estaban preparados de la mejor manera para la competencia.
Lo peor estaba por venir y eso se dio en el salto ecuestre, en la que dejaron al descubierto que tal vez nunca habían montado un caballo en su vida porque literalmente no pudieron subirse a los lomos del caballo… ¡Increíble!
Vino entonces la prueba de esgrima, en la que fueron descalificados por tramposos. Resulta que uno de los tres sí tenía conocimientos en la disciplina, por lo que intentaron engañar a todo el mundo, siendo este atleta el que competería por los tres, aprovechándose de la máscara protectora, con la que buscaron que nadie se diera cuenta que el mismo competidor estaba en todos los asaltos, haciéndose pasar por sus compañeros. Obviamente fueron descubiertos, confirmando así su desastrosa participación en Roma 60.