Maratón de St. Louis 1904: La carrera más extraña en la historia Olímpica

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El maratón de St. Louis 1904: la carrera más extraña en la historia Olímpica
El maratón de St. Louis 1904: la carrera más extraña en la historia Olímpica | COI

Uno de los eventos más surrealistas de la historia de los Juegos Olímpicos fue la maratón de St. Louis 1904. Entre los participantes de aquel evento, solo unos pocos habían corrido la Maratón de Boston, mientras que muchos tenían poca o nula experiencia en carreras de larga distancia.

El cubano Félix Carvajal fue uno de los corredores más recordados, debido a que llegó con ropa no reglamentaria para correr. Asimismo, los sudafricanos Len Taunyane y Jan Mashiani, se convirtieron en los primeros africanos de raza negra en participar en los Juegos Olímpicos modernos.

La carrera se desarrolló en condiciones extremas, con un calor sofocante y una pista llena de polvo que dificultaba la respiración. Además, solo había un punto de abastecimiento de agua en toda la carrera. De los 32 participantes, solo 14 lograron terminar, el número más bajo en la historia de los Juegos Olímpicos.

Maratón de St. Louis 1904: La carrera más extraña en la historia Olímpica
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Fred Lorz fue el primero en cruzar la línea de meta. Sin embargo, se descubrió que, durante gran parte de la carrera, el estadounidense se subió a un automóvil alegando unos calambres, cuando solo había corrido los últimos kilómetros. Su ‘victoria’ fue anulada y fue suspendido de por vida, aunque más tarde se le levantó el castigo.

Félix Carvajal se detuvo en un huerto a comer manzanas que resultaron estar podridas, causándole molestias estomacales y obligándolo a descansar. A pesar de su parada técnica, finalizó en cuarto lugar. William García, de California, sufrió una hemorragia estomacal casi fatal por tragar polvo. Para más incredulidad, Taunyane fue perseguido por perros salvajes, lo que afectó su posición en la carrera.

El ganador oficial fue Thomas Hicks, quien completó la carrera en el tiempo más lento de la historia Olímpica: 3 horas, 28 minutos y 53 segundos. Hicks fue asistido por sus entrenadores, quienes le dieron estimulantes y lo ayudaron físicamente a llegar a la meta.

La carrera fue tan caótica y controversial que casi se elimina del programa Olímpico. James Sullivan, director de los Juegos de 1904, criticó la distancia del maratón como “indefendible”. Lorz fue suspendido por su fraude, pero ganó el Maratón de Boston un año después. Carvajal recibió patrocinio para correr en Atenas en 1906, pero desapareció durante un año. El ganador, Hicks, continuó corriendo maratones antes de mudarse a Canadá.

De esta manera, el maratón de St. Louis 1904 es y será recordado como un evento singular y absurdo en la amplia historia de los Juegos Olímpicos.

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