Marc Tur y su recurso para poder acabar los 50km en Tokyo 2020: “Llegué a darme una bofetada”
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Si bien todos y cada uno de los atletas que compiten en alguna edición de los Juegos Olímpicos quisieran acabar su participación con la obtención de una medalla, es un hecho que los competidores desean dejar el alma, el corazón y miles de horas de entrenamiento en sus pruebas para poder obtener el mejor resultado posible: uno de estos casos nos los regaló Marc Tur, dentro de los 50km marcha en Tokyo 2020.
El español dio lo mejor de sí en su prueba, supo manejar su rendimiento, hizo valer las horas de entrenamiento y el trabajo parecía rendir frutos, esto tras ubicarse, después de 40 kilómetros, en gran posición para pelear por medallas. Lamentablemente, y el propio Tur lo comentó en su momento, posiblemente cayó en un error tras sentirse así, ya que empezó a exigirse de más.
“A medida que iban pasando los kilómetros cada vez más gente se iba quedando y yo me encontraba muy bien. Hasta el kilómetro 40 me sentí excepcionalmente bien. De hecho creo que eso fue un poquito mi error, que en los últimos diez kilómetros me esforcé demasiado, tiré demasiado del grupo y fui yo el que llevé el ritmo de la competición y eso desgasta mucho”.
Ese mismo esfuerzo excesivo lo puso, en el final del kilómetro 49, en la pelea por la medalla de plata al lado del alemán Jonathan Hilbert, sin embargo, fue ahí en donde comenzó su pesadilla. El andarín describió cada una de sus sensaciones, al grado de que se tuvo que golpear para poder reaccionar, ya que sentía que estaba próximo a desmayarse.
“A falta de 800 metros ya empecé a ver borroso, veía doble, lo que era un síntoma de deshidratación y que estaba al borde de un golpe de calor. Sentí miedo de no poder llegar a meta, de tener tan cerca la medalla. Luchaba contra mí mismo, llegué a darme una bofetada para intentar despabilarme porque veía que mi cabeza se iba, que mi cuerpo decía ‘basta, hasta aquí hemos llegado’, mi mente también, pero había una fuerza interna que quería llegar a meta”.
Lamentablemente, tantas sensaciones le terminaron cobrando factura en el último tramo de la prueba. 150 metros antes de la meta, el canadiense Evan Dunfee lo terminó rebasando, haciéndolo descender al cuarto lugar.
“No veía nada en los últimos 400 metros. Ni me di cuenta que llegaba. Sólo lo escuché cuando me pasó. No pensé en la medalla. Solo quería llegar a meta, pues estaba en mi límite en todos los aspectos“.
Ya a la distancia, Marc Tur aseguró que aún duele la forma en la que se escapó la medalla de bronce en la justa nipona, sin embargo se mostró agradecido por el apoyo que recibió de los que estuvieron con él.
“Me ha costado mucho ver mis momentos finales de la competición de Tokio, porque es duro. Es duro ver cómo te quitan una medalla a tan poco del final, pero el deporte es así. Me hubiera gustado que hubieran sido 49.800 km, pero eran 50 km. También se agradece que la gente me diga que estuvieron “allá” ayudándome, como que todos intentaron empujarme para poder llegar y conseguir esa medalla”, concluyó.