Óscar Figueroa, el campeón olímpico colombiano que superó dos operaciones de columna en su camino al oro

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En el cumpleaños 41 del atleta colombiano Óscar Figueroa, recordamos su incansable lucha por convertirse en campeón olímpico a pesar de sufrir de dos hernias discales, las cuales le hicieron pasar por el quirófano en su camino a la cima de Rio 2016. El pesista conquistó la única presea de oro varonil para la delegación cafetera en la historia de la justa olímpica.

Desde pequeño, Figueroa se destacó por su fuerza y su habilidad para levantar pesas, lo que lo llevó a hacer su primera aparición en unos Juegos Olímpicos a los 21 años, en Atenas 2004. Para su segunda participación en Beijing 2008, el pesista sufrió una lesión dos semanas antes, lo que le impidió realizar la prueba. El motivo: una hernia discal, la cual debía ser operada y que abarcada una zona con muchos nervios.

“La operación fue un éxito“, afirmó Figueroa para Olympic Channel, quien empezó a prepararse para ganar la medalla olímpica con la que tanto soñó en Londres 2012, misma que llegaría y sería de plata. “Podía y quería obtener el oro“, añadió y es por eso que se enfocó en llegar de la mejor manera para Rio 2016.

Pese a los cuidados que tenía Figueroa en su entrenamiento, una segunda hernia discal, ahora en las zona de las lumbares, le imposibilitaba entrenar en su camino a Rio 2016, por lo que decidió operarse de nuevo. “Óscar, yo lo opero para que usted sea campeón olímpico, medalla de oro. En Colombia no nos sirve otra de plata“, compartió el doctor Felipe Ramírez para el canal olímpico.

El tan anhelado momento llegó para el colombiano en la justa en tierras brasileñas, pero por la recuperación de la operación, Figueroa no levantó los pesos de competencia hasta que llegó su turno de pararse frente a los jueces en los Juegos Olímpicos. Eso no desanimó al cafetero que únicamente buscaba cumplir su objetivo: conquistar la medalla de oro.

Pese a que falló en su tercer intento, el pesista de Colombia se disputó el podio con sus rivales de Indonesia y Kazajistán. Llegó el momento y Figueroa levantó 176 kg en su último turno, con lo que aseguró la presea dorada, segunda en halterofilia para la delegación cafetera, y la única para la delegación sudamericana en la rama varonil hasta el momento.

“A mí me enseñaron a ser el número uno en mi casa y a trabajar duro si quería serlo. En los momentos difíciles nunca me rindo”, declaró el medallista de oro olímpico.

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