¡A 16 días de Paris 2024! Lamentable lesión de Derek Redmond en Barcelona 1992

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Por: Alberto Lati.

Nos encontramos a 18 días de que arranquen los Juegos Olímpicos de Paris 2024  y en Claro Sports, junto a nuestro experto, Alberto Lati, seguimos con el conteo antes de la justa internacional que se robará las portadas de todo el planeta, a través del recuerdo de momentos emblemáticos que quedaron grabados para toda la historia de la competencia deportiva que este año tendrá como sede la capital francesa. 

Pese a que los Juegos Olímpicos tienen historias de éxito relacionadas con victorias, también existen gestas que destacan por el contexto en el que se realizaron y como uno de los ejemplos máximos es el de Derek Redmond, atleta que se lesionó en plena semifinal de Barcelona 1992 en los 400 planos cuando era uno de los favoritos en llevarse un metal, pero su valentía y corazón le permitieron continuar, incluso cuando sus demás competidores lo habían alcanzado para así ganarse el aplauso del público. 

Derek Redmond, un destacado atleta británico, había alcanzado la fama dentro de su país porque a los 19 años rompió el récord nacional de los 400 planos en 1985. A partir de ese momento recibió el apoyo para competir en los Juegos Olímpicos de Seul 1988 y todo apuntaba que sería una opción viable para competirle a los atletas de Estados Unidos por una medalla tras su buen paso en el Campeonato Europeo de Atletismo y los Juegos de la Commonwealth de 1986. 

El problema es que una lesión en el tendón de Aquiles provocó que tuviese que dejar de entrenar previo a Seul 1988 con la esperanza de llegar sano a la competencia, pero minutos antes de arrancar los 400 planos, durante el calentamiento, prefirió abandonar la pista. El británico sufrió cinco operaciones. Y el resto del ciclo olímpico se dedicó a recuperarse con miras a Barcelona 1992.

Derek Redmond sufrió una última intervención quirúrgica cinco meses antes de los Juegos Olímpicos de 1992, pero parecía que se había podido recuperar porque pasó cada una de las etapas con facilidad. 

En su llegada a la semifinal, el atleta británico lucía imparable y a mitad de la carrera su pierna derecha cedió. Una vez en el suelo, destrozado e inundado en lágrimas, se levantó y quiso continuar a pesar del dolor, su padre Jim, quien estaba en las gradas bajó después de esquivar a la seguridad con la finalidad de suplicarle a su hijo que no continuara, sin embargo, Derek Redmond le pidió seguir y ambos acabaron por unirse hasta la meta, un momento que les valió la ovación entera del público en uno de los momentos más emotivos en la historia del deporte.

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