¡A 46 días de Paris 2024! Capilla, la historia olímpica mexicana en Londres 1948, Helsinki 1952 y Melbourne 1956

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Por: Alberto Lati

Faltan 46 días para el inicio de los Juegos Olímpicos de Paris 2024, un evento que promete marcar la historia del deporte mundial. Un momento perfecto para recordar a las glorias mexicanas del olimpismo, y uno de los nombres que resuena con fuerza es el de Joaquín Capilla, una leyenda en el arte de los clavados.

Joaquín Capilla: El Inicio de una Leyenda

La tradición mexicana en los clavados olímpicos comenzó en Londres 1948 con el legendario Joaquín Capilla. Nacido en la Ciudad de México, Capilla comenzó a practicar clavados incentivado por su padre, un odontólogo, quien le daba dinero a medida que sus saltos eran más altos y más perfectos. Fue así como Mario Tovar, un entrenador visionario, descubrió su talento y lo ayudó a convertirse en un perfeccionista.

Participaciones Olímpicas de Capilla

Joaquín Capilla tuvo una destacada participación en tres Juegos Olímpicos consecutivos, comenzando en Londres 1948. En estos juegos, Capilla demostró su talento al ganar la medalla de bronce en la prueba de plataforma, iniciando así su colección de preseas olímpicas y poniendo en alto el nombre de México en el mundo del deporte.

En Helsinki 1952, Capilla mejoró su desempeño y mostró un notable progreso en su técnica y habilidad. Esta vez, su esfuerzo fue recompensado con la medalla de plata en la misma prueba de plataforma.

El punto culminante de la carrera de Capilla llegó en los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956. En estos juegos, ganó la medalla de oro en la prueba de plataforma y la medalla de bronce en la prueba de trampolín. Con sus cuatro medallas, Joaquín Capilla se consolidó como el máximo medallista olímpico mexicano de la historia.

Reconocimientos y Legado

En 2009, Capilla recibió el Premio Nacional del Deporte, un reconocimiento a su trayectoria y contribución al deporte mexicano. Lamentablemente, un año después, falleció a los 81 años debido a un paro cardíaco, dejando un legado imborrable en la historia del olimpismo mexicano.

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