Noah Lyles, dispuesto a convertirse en una leyenda del atletismo en Paris 2024

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El Olimpo cuenta con Dioses capaces de viajar por el mundo, cabalgando las mismas nubes. Deidades que solo con nombrarlas hacen que uno entienda la grandeza de los hombres…

Grandes leyendas de todos los tiempos de la velocidad como: Jesse Owens, Carl Lewis ‘el hijo del viento’, Michael Johnson ‘el hombre de las zapatillas doradas’, incluso uno que parece insuperable. Uno que, en el hogar de Zeus, Poseidón, Hermes y las demás divinidades están buscándole un compañero, nos referimos a Usain Bolt, ese al que llaman ‘el relámpago’.

Todo parece indicar que el lugar que está libre en la mesa, tiene nombre y apellido: Noah Lyles. Florida lo vio nacer, también lo observó ganar el título estatal en los 100 y 200 metros planos por tres años al hilo.

Su velocidad, técnica y resistencia lo colocaron en el radar del Olimpo, pero para ganarse un lugar aquí, se deben vencer diferentes monstruos y en Tokyo 2020 sufrió su primer gran fracaso al llegar como favorito y solo alcanzar a ser el perdedor más rápido y quedarse con el bronce en los 200 metros planos.

Esto no hizo más que fortalecer a Lyles. El atleta que llegará a los Juegos Olímpicos de Paris 2024 con 27 años para lograr su lugar al lado de los más grandes luego de ser triple campeón mundial en Budapest, Hungría, tras llevarse los 100 y 200 metros planos, además del 4×100, lo que lo hace soñar con colocarse al lado de ese relámpago, llamado Usain Bolt.

“Siempre he sabido que soy el hombre más rápido del mundo”, declaró a los medios tras su triunfo en Hungría. “En mi cabeza creo que voy a batir el récord. Estoy planeando romperlo”, agregó.

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