Aya Nakamura, Rim’K y Barbara Butch sorprenden en la Ceremonia de Apertura de Paris 2024

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Aya Nakamura, la multipremiada cantante que nació en Malí y creció en Francia, se sumó a las interpretaciones musicales de los Juegos Olímpicos Paris 2024. La estrella presentó un medley con algunos de sus éxitos, entre ellos “Pookie” y “Djadja”, que se fusionó con los arreglos de la MGR, una banda militar que se formó en la década de los noventa.

Su presentación destacó la igualdad que busca procurar Paris 2024, pues esta es la primera edición olímpica que logra un equilibrio en el número de plazas para los atletas, tanto en las categorías varoniles, como femeniles. Nakamura, quien lució un atuendo dorado lleno de plumas, es una de las cantantes más populares del mundo y una de las más escuchadas en el idioma francés.

Rim’K y el rap en Paris 2024

Rim´K, integrante de la banda de hip hop 113, es un rapero francés, de raíces argelinas. Desarrolló su amor por la música en el suburbio parisino de Vitry-sur-Seine, al fusionar raíces africanas y caribeñas. En Paris 2024, sorprendió con el cierre de un segmento dedicado a la deportividad y demostró que la música del país resalta en otros géneros musicales.

Barbara Butch y la inclusión festiva de Paris 2024

Al ritmo de David Guetta, Justice, Ottawan, Kassav’, Diam’s y Daft Punk, la DJ y productora francesa, Barbara Butch, celebró la festividad olímpica y musicalizó una alfombra roja que se desplegó junto al desfile de las delegaciones, durante la Ceremonia de Apertura de los Juegos Olímpicos Paris 2024. El desfile, que se desarrolló junto al Río Sena, mostró a personalidades de la comunidad LGBT, así como a distintas figuras de la moda, quienes celebraron la diversidad.

Gédéon, Piche, Nicky Doll, Paloma, Germain Louvet, Princess Madoki, GG Palmer y Youcef Mecheri, se unieron a la DJ en un performance que destacó entre prendas multicolor, el vouguing dance, así como una personificación que emuló el arte renacentista y, al mismo tiempo, la modernidad, un contraste inigualable que, sin duda, se vivirá en las calles parisinas.

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